Hace poco tropecé con un amigo que se apresuraba por la acera con una abultada carpeta bajo el brazo. Me contó que tenía prisa porque iba a buscar un “ceat” para los gochos. La imagen de los chanchitos asomando la cabeza por la ventanilla de un seiscientos me dejó boquiabierto. Mi perplejidad debió ser evidente […]