Las redes sociales han permitido que la cantidad de información a la que podemos acceder sea muchísimo más elevada que antaño. Fue precisamente en una donde conocí la existencia de este ” coloso ” cántabro. Sin duda, uno de mis puertos preferidos.
Al igual que Paco Labrador, me considero una enamorada de la montaña pasiega y es que este clásico paisaje de praderías, cierres y cabañas no deja indiferente a quienes lo atraviesan. Estoy hablando del Portillo de Lunada.
Aquél día el cielo se teñía de nubarrones y alguna gota sentí caer en la pantalla del casco pero ya no me quedaba mucho para empezar a subir el puerto y, dar la vuelta, era echar a perder el día.
Lunada es uno de los pasos entre Cantabria y Burgos (más concretamente une la localidad cántabra de San Roque de Riomiera con la burgalesa Espinosa de los Monteros ). Un puerto largo pero PRECIOSO.
Atravieso una carretera en obras, mucha gravilla y esta finísima lluvia incordia más que favorece. Afortunadamente para mí, no tarda mucho en parar pero mis miradas al cielo son continuas.
El firme del puerto está en bastante mal estado. La ” bala roja ” sufre pero mi cuello y mi espalda aún más… Pero.¡ Quién piensa en eso teniendo esto delante !
Unas laderas de gran pendiente hacen que el puerto permanezca mucho tiempo cerrado en invierno por peligro de aludes. El paisaje que vemos tan precioso ha sufrido transformaciones…En los S.XVI Y XVII la industria maderera abastecía a la Real Fábrica de Artillería de La Cavada y los bosques se han convertido en praderías.
Parece que la zona alta está cubierta de niebla…
Apenas me cruzo con vehículos.. Continúo el ascenso y hago la ” foto obligada ” en la curva de herradura famosa…
Subo hasta el mirador.. Esto es lo que veo.. Juzgad vosotros mismos.. Una buena recompensa por el continuo traqueteo en la moto…
Como me temía la niebla es más espesa y , arriba, apenas se ve nada. Algo me dice que cuanto primero me vaya de allí mejor , por problemas de seguridad, sobre todo.
Mi siguiente visita: la ermita semirrupestre de Santa Justa en Ubiarco, que da nombre a la playa en la que se encuentra. Un tesoro excavado en la roca de un acantilado…
Peculiar forma en la que supe que existía este lugar ( cómo no): Puede que no haya muchas personas que aún impriman las fotografías en papel. Con esto de las nuevas tecnologías mucha gente las guarda en el ordenador, móvil, lápices de memoria,…Personalmente me gusta ” tocarlas ” y guardarlas como recuerdo. Una de las veces que fui a recoger el revelado en la tienda tenían una fotografía en gran tamaño de este sitio. Le pregunté a la chica:” ¿ Dónde es eso?”. Por supuesto, anoté el nombre y ¡ allá que fui !. Normalmente el photoshop hace maravillas pero a este lugar no tuvieron que exhaltarlo mucho. Es , de por sí, toda una joya.
Espero que os haya gustado la ruta de hoy. V´SSSSS.