En la carretera que lleva desde Proaza a Bandujo, nos encontramos con este pequeño pueblo en el que, en un entorno rural y, rodeados de una campiña típicamente asturiana, podremos deleitarnos de una privilegiada situación, disfrutando de unas adorables vistas de praderías mezcladas con las inimitables montañas asturianas.
Era 25 de Diciembre. Sí, cualquier día es bueno para salir en moto pero éste es uno de los mejores. Las carreteras vacías parecen carreteras fantasmas.
Desde Los Campos por la AS-233 llego a Trubia. Solo me cruzo con un vehículo durante todo el trayecto. Aún estoy aguantando los últimos coletazos de una gripe que parece no querer abandonarme y, en alguna ocasión, mis ojos se humedecen. La sensación de soledad por estas carreteras, hoy algo menos frecuentadas, aumenta y, no es que me guste, es que me encanta.
Poco después de pasar Proaza, el desvío hacia Bandujo está bien señalizado. De repente,..¿Pero que le sucede a ésta carretera?. Tramos hundidos, mucha gravilla,.. Otra de esas carreteras que tanto me gustan pero que, en ocasiones, para las dos ruedas son muy peligrosas.
No la recordaba tan mal la última vez que pasé por aquí con aquella Ducati Monster 620, pero el tiempo pasa y veo que no en balde. Aún es muy temprano pero yo me pregunto quién puede dormir aquí con tanto jaleo. Varios perros salen a mi encuentro en cuanto llego y avisan al poco vecindario que hay de que ya estoy allí. Soy una extraña.
Menos mal que no todos son así y alguno va a lo suyo sin apenas percatarse de mi presencia ni de la de “Trailera”.
Ya estoy en la entrada del pueblo..
Para ser invierno, la temperatura es muy agradable. El sol brilla y estoy pasando este día de Navidad junto a mi “Trailera”.¿Qué más puedo pedir?. Muy próxima a mi, se encuentra la capilla de San Juan Bautista.
Y salerosos escondites que recorro de esos que, por mucho que abunden en la tierrina, nunca nos cansamos de ver.
Ya no oigo los ladridos. Parece que, finalmente, han aceptado mi visita por el pueblo estos guardianes que tan bien han hecho su trabajo, desde luego. Así que puedo continuar,..
Adoro los pequeños detalles…
Son aquellos que hacen realmente grandes mis visitas y engrandecen los momentos. Una ruta enmarcada por un espléndido balcón natural.
Pero bueno..¡ No me lo puedo creer!. Llego,..y ladran. Me marcho,..y ladran. No entiendo nada. Voy a seguir disfrutando de este magnífico dia de Navidad con mi “Trailera”. ¿Siguiente destino?.
Espero que os haya gustado.V´SSSS.
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Agradecimientos a las colaboraciones de : Motos Gijón, Neumáticos Motoval Oviedo, Triocar Motorrad, Dynamic Line.