Siempre digo que, pese a que en muchas ocasiones viajo sola, hay otras en las que la compañía de personas como Andrés, mi compañero de ruta aquél día, llenan poderosamente un baúl, el de mis vivencias moteras, que en estos últimos años se ha ido incrementando considerablemente. Fiel seguidor de mis relatos, a través de este blog le conocí cuando en una ocasión decidió apuntarse a recorrer el paraíso. No me parece que le haya desagradado mucho puesto que ha repetido en varias ocasiones y, seguramente, unas cuantas más vendrán,… Acerquémonos pues, hasta este tesoro del Románico rural asturiano: la iglesia de Santiago de Arlós.
Desde Los Campos, rodamos por la AS-233 y , como bien es sabido por muchos, soy amante de esos “desvíos” que, por norma general, suelen llevarnos a sitios espectaculares. Precisamente el de Fontecaliente era novedoso para Andrés con lo cual no fue nada difícil que asintiera al preguntarle si quería averiguar lo que escondía. Por supuesto, haciendo alguna de nuestras paradas para inmortalizar el entorno,..Si es que no tenemos remedio,…. Hay tanto y tan bonito,….que si tuviéramos que parar cada vez que quisiéramos sacar una foto, tardaríamos horas en hacer una ruta como esta.
A pocos kilómetros se encuentra ya nuestro destino. Enclavada en un verdadero entorno paradisíaco y apenas alterado, nuestras monturas descansaban mientras nos dábamos un pequeño paseo por el lugar.
Sin palabras se queda uno para expresar lo que teníamos ante nuestros ojos,…. nuestra Asturias.
Cada uno por su lado, pero a la vez, el uno pendiente del otro,…. Una iglesia a la que no le falta su “texu” y su cementerio y que nos recibe con una portada con dos arquivoltas decoradas con figuras decorativas.
Detalles,….
Para más información sobre la iglesia: www.llaneraturismo.es.
El silencio se convertía en protagonista y el trinar de los pájaros era lo único que lo perturbaba. El verde de las praderías resaltaba el carácter paradisíaco del lugar,… No daban ganas de irse de allí la verdad…. Llanera nos atrapaba,… Pusimos en marcha nuestras monturas y nos despedimos de Arlós sabiendo que volveríamos en breve,porque lugares como este, son los que hacen que nos sintamos tan afortunados por poderlos tener tan cerca.
Espero que os haya gustado. V´SSSSS.