Con el silencio como protagonista, el olor a madera y el taconeo de las madreñas de un anciano lugareño, inicié una ruta, o más bien, un pequeño paseo por uno de los lugares que más me ha causado expectación y sorpresa a la hora de explorarlo. De dimensiones mucho más amplias de lo que, a primera vista se puede apreciar desde la carretera AS-117, a cuya vera se encuentra, esta joya del Parque Natural de Redes, declarado Reserva de la Biosfera desde el año 2.001, me recibió aprisionada por un sofocante calor en pleno mes de septiembre.
Elevadas temperaturas y la hora de la siesta, la cual, algunos no quisieron perderse,…
Su plaza, hoy, está vacía,…
A pocos metros, unas mujeres murmullan sobre mi presencia. No tardó en arrimarse un señor que, recalcando que vive en Madrid pero que pasa unos meses en Bezanes, debería haber estado por el pueblo el mes pasado para haber disfrutado en primera persona de la vidilla que ahora mismo, no parecía tener. Sobre los tejados, asomaba la extraordinaria belleza de un lugar mágico,…
Y, mientras, allí estaba yo, espiando y tratando de empaparme del tesoro que escondía ese amplio párking en el cual estacioné a mi “Trailera” …
Algunos son previsores y les gusta ir preparándose ya para el invierno,..
Otros, en cambio, prefieren seguir disfrutando de los días soleados y nos recuerdan que aún es tiempo de flores,…
Son abundantes los ejemplos de arquitectura tradicional,…
Y cada rincón es único,.. Una pequeña muestra de nuestro paraíso asturiano,..
No pueden faltar los detalles que siempre trato de encontrar en los pueblos de la tierrina,..
Aunque, sorprendentemente, encontré unos que me llamaron mucho la atención y que, poco después, descubriría(gracias a Tinosyn) que fueron colocados allí por Marcos A.Castro, un “overlander” al que el mundo se le está quedando pequeño y para el cual no existen fronteras, solo sueños, viajes.
Y es que en este bello pueblo de Caso, sus habitantes parecen ser muy internacionales,..Y así nos lo hacen saber,…
Punto de inicio hacia la Vega de Brañagallones, a la entrada del pueblo encontraremos un cartel con la descripción de la ruta,… No hay cabida para el aburrimiento,…
No sé si habrá alguno o no de cuatro hojas, pero yo, con todo lo que me llevo de Bezanes, de sus recovecos y de sus gentes, ya me siento muy afortunada. Al fin y al cabo, esto es lo que me hace feliz, explorar el paraíso en moto.
Espero que os haya gustado. V´SSSS.