Marruecos, tierra de contrastes, donde los verdes se entremezclan con los ocres y amarillos, donde los niños son los protagonistas de sus calles y donde la amabilidad de los lugareños hace acto de presencia allá donde quiera que vayamos. Donde cada curva esconde un impresionante paisaje y donde la arena nos acompañará en buena parte de nuestro trayecto. Rodaremos por serpenteantes carreteras en las que el asfalto puede, o no, llegar a desaparecer para poner a prueba nuestra habilidad sobre nuestras motos. Marruecos nos espera así que sin más, abramos la “puerta de África” porque, tras ella, encontraremos un sinfín de razones para volver a este lugar mágico que, seguramente, os enamorará.
Antonio Isaac Rodríguez Tesón lleva cuatro años enseñando a todos aquellos moteros que se disponen a conocer este paraíso para las dos ruedas los rincones más significativos de un país que aún tiene mucho por explorar y es que aquí, como el bien dice, “se encuentra como en su segunda casa” desde que hace unos años pisó estas tierras que lograron encandilarle. Así que, de su mano, comenzaremos esta incursión al corazón de un país que, poco a poco, ha ido viendo cómo el turismo se ha ido incrementando hasta niveles insospechados. Sin más demora, arranquemos nuestras monturas porque la aventura acaba de comenzar…
Tomaremos como punto de partida la ciudad de Tánger a la cual llegaremos desde el puerto de Tarifa. Los 291 kilómetros a través de la N16 que nos separan de Alhucemas(Al-Hoceima) se convertirán en un ir y venir de divertidas curvas con vistas al mar Mediterráneo el cual bañará las tierras de esta costa dejando ante nuestros ojos auténticos paisajes que parecen sacados de una postal.
Nos deleitaremos con el olor de pintorescos pueblos pesqueros como El Jebha donde podremos degustar una parrillada de pescados frescos.
Al- Hoceima, la ciudad costera más grande del Rif y ubicada sobre un acantilado de 70 metros de altura, nos recibirá resplandeciente pues su cuidado aspecto ante el turista, hace que éste regrese año tras año a visitar sus acogedoras playas de arena blanca.
Dejamos atrás este paraíso costero para adentrarnos en el país y dirigirnos por la N2 hacia Fez conocida principalmente por su medina amurallada Fes El Bali. Atravesaremos ciudades como Ketama(Issaguen) o Taza, que constituye un puerto de montaña donde se unen el Rif y el medio Atlas y cuyo recorrido, una vez más, estará plagado de curvas y en el cual los contrastes de paisajes son claramente evidentes.
Seguimos acumulando kilómetros y llegamos ahora a la etapa más larga de este Tour(unos 480 apróximadamente) en la cual uniremos Fez y Merzouga. Nuestros oídos se alejaran de las tumultuosas calles de la primera para poder sumergirse en el silencio del desierto. Parada obligada será el valle del Ziz en el cual la aridez de los caminos se verá arropada por la sombra de intensos palmerales.Estamos en el auténtico Marruecos, el que muchos viajeros vienen buscando y acaban llevándose un trocito de este país del cual es imposible no enamorarse.
Al día siguiente rodaremos rumbo a Uarzazate donde visitaremos su zoco, ascenderemos las vertiginosas “zetas” del Dades y descubriremos la profundidad de las siempre impresionantes Gargantas del Todra.
Nuestra llegada a Bin El Ouidane será de película y nunca mejor dicho cuando en nuestra travesía podremos sentirnos los actores protagonistas en Ait Ben Haddou, escenario de numerosas películas como “Gladiador”, “La Momia”,..
En Kenifra, capital de los Zayanes, una tribu bereber, el color anaranjado de sus casas llamará nuestra atención y, una vez más, nos rodearemos de contrastes. Extensas montañas y lagos dan paso a un sinfín de colores que disfrutaremos desde nuestras motos … Todo acompañado de la bondad de sus gentes, las cuales tratarán de hacernos sentir a gusto y, por supuesto, sin apenas esfuerzo, lo lograrán en varias ocasiones.
Mequinez nos dejará impresionados y es que, para ser una de las Cuatro Ciudades Imperiales se ha ganado tal mención a pulso. Su zoco, la plaza el-Hedim,..formarán parte de nuestro itinerario, el cual, poco a poco, va haciendo que nuestras alforjas se llenen de pequeños trocitos de un país inigualable.
De ella saldremos rumbo a Moulay Idriss, la ciudad Santa de Marruecos y en nuestras séptima etapa, marcada por un fuerte carácter cultural no podía faltar la visita a Volubilis, una antigua ciudad romana(la mejor conservada de todo el país), situada al pie del monte Zerhun.
El cansancio acumulado después de varios días de rodaje se verá en un segundo plano al llegar a una de las “perlas” marroquíes que no es otra que Chaouen donde el azul primará sobre cualquier otro color y desde, cualquier terraza, podremos ser testigos de inolvidables y rojizos atardeceres.
La etapa más corta será nuestro regreso a Tánger y es que no podemos en ella obviar la blanca y escalonada ciudad de Tetuán, desde la cual podremos tener unas vistas impresionantes si subimos por cualquiera de sus empinadas calles.
Y es así como de la mano de Tesón Tours, se os ofrece la posibilidad de conocer Marruecos, el país en el que, desde ahora mismo, os invito a que os quitéis los relojes para explorarlo porque en él, no solo no os harán falta sino que os olvidaréis del concepto “tiempo”. Un tiempo que se escapa, que se nos va,..Que no debemos perder. Así que, subámonos a nuestras motos porque Toño y, por supuesto, Marruecos, nos están esperando.
Para más información y reservas: Tesón Servicios Deportivos/Tours.