“Ama lo que haces y lo que haces te amará cien veces más” dice Enric Corbera y hacen falta pocos minutos de conversación con Rafael Fernández para impregnarnos de la pasión que transmiten sus palabras cuando habla de lo que para él, no es solo un trabajo, sino más bien un estilo de vida. Después de 22 años realizando el transporte de viajeros desde el pueblo de Bezanes, en el concejo de Caso, donde reside y desde donde se inicia la ruta de hoy, hasta la Vega de Brañagallones, lejos de cansarse, este hombre de mente incansable decide ir más allá e innovar diseñando un novedoso transporte para que todos podamos disfrutar de una subida hasta ese trocito del paraíso asturiano de una forma que, a más de uno, le resultará inolvidable. Después de tres años de espera ralentizados por siete meses de lenta burocracia, Rafa por fin ha podido hacer realidad uno de sus sueños(locura para algunos según nos contó). Así que no nos demoremos, pónganse cómodos y abróchense los cinturones porque nuestro “Taxi al Paraíso” nos está esperando para llevarnos a un lugar mágico: Brañagallones.
En esta ocasión mi compañero de ruta fue Andrés, asiduo lector del blog y al que más de uno recordaréis por algunas crónicas como la de “Poreñu” o “las caracolas de Teixeiras” en Cudillero. Gran amante de la tierrina hizo un hueco en su agenda para poder acompañarme hasta Bezanes donde habíamos quedado con Rafa aproximadamente sobre las 17:30 horas. Una gasolinera próxima a Lugones fue nuestro punto de encuentro y, desde allí, tiramos rumbo a una zona de la que, tristemente, algunos dicen que “está muy lejos”. El inicio del fin de semana propició que el tráfico de la AS-117 fuera algo más elevado a lo que estamos acostumbrados. Sobre las aguas de los embalses de Rioseco y Tanes, incidían los rayos del sol reflejándose en ellas un paisaje que se perpetuaba en nuestras retinas. En las zonas sombrías, la humedad se acentuaba y el frío se intensificaba. Por el espejo retrovisor de “Trailera” observaba la silueta de Andrés convencida de que la visita de hoy sería de su agrado. Después de Campo de Caso, rodamos por unos 7 kilómetros de carretera angosta y firme irregular y, alrededor de la hora señalada entrábamos en el pueblo que, en silencio, recibía el sonido de los motores de nuestras motos.
Apenas acabábamos de aparcar cuando Rafa salió a recibirnos y si tuviera que definir con una palabra su actitud hacia nosotros durante toda la visita sería la de “atenta” porque, de principio a fin su trato ha sido exquisito y constante, algo que realmente es de agradecer. A nuestro lado, testigo de nuestra conversación, su “Taxi al paraíso”, hacia el cual era inevitable no echar de vez en cuando la mirada.
Hasta hoy, el servicio lo realizaba en dos todoterrenos con 8 plazas cada uno que han pasado a sustituirse en el actual por 19 plazas. Además, su larga experiencia le ha llevado a establecer dos tandas de subida( a las 10:00h y a las 11:30horas) y una de bajada sobre las 17:00 horas y decimos “sobre” puesto que hay varios factores que lo determinan: en días de lluvia se recoge primero puesto que en los de sol se trata de aguantar un poco más, si es verano o invierno,… El servicio de subida se reserva por internet en la página “www.taxialparaíso.com” mientras que el de bajada se realiza sobre el terreno principalmente porque, una vez que la gente ve el recorrido y, ya en la Vega, se piensan si vuelven caminando, se quedan allí o bajan con Rafa. Así que son múltiples las opciones de las que disponemos.
Como norma general, nos comentó que a la gente le gusta el diseño y que ahora, con tan solo dos semanas de funcionamiento, lo que nos falta es que la gente le transmita las sensaciones que experimentan durante el trayecto: si es alto, cómodo, bajo, si tienen miedo o no,… Y es que nuestro anfitrión lo tiene todo estudiado al dedillo(sabe donde frenar, acelerar,..) y no quiere que nadie se quede sin su taxi el cual, además, en caso de necesitarlo, cuenta con un coche de apoyo para llevar el exceso de equipaje e, incluso, animales de compañía.
Nuestra conversación con Rafa resultó ser de lo más amena posible y, tanto yo como Andrés seguimos atentos sus explicaciones.
Inmersos en el Valle del Nalón y rodeados de la belleza de un paisaje en un concejo, Caso, que tiene muchísimo que ofrecer.
Seguramente a más de uno se le habrá pasado la misma pregunta que a mí:”¿Por qué esta idea?”. Y la respuesta nos la da Rafa en relación a la apertura del Refugio de Brañagallones agradeciendo a la Federación de Montaña de Asturias, con Juan Rionda al frente, que tiraran del proyecto porque, es a partir de ahí realmente, cuando esto se comenzó a explotar. Ya no es el cliente el que pone la hora de subida, como había sido durante un tiempo, ahora es el cliente el que tiene que amoldarse a unos horarios con lo cual el servicio dejó de ser un taxi a demanda a pasar a convertirse en un transporte público.
Hablamos de un lugar acogedor que invita a la relajación. Con habitaciones de cuatro, cinco, o seis plazas(todas ellas con baño), será difícil no rendirse a pasar una noche cualquiera en alguna de ellas.
Sin duda, sería todo un lujo ver el amanecer desde alguna de sus ventanas.
O tomarse un café dejando atrás los problemas cotidianos y rodeados de plena Naturaleza.
Seguimos con Rafa y es la hora de poder entrar en el interior de su taxi.
Ya tenemos nuestros billetes, así que comencemos el viaje…
Los tres primeros kilómetros presentan bastante pendiente y un desnivel de unos 400 metros. En la zona baja, encontramos un bosque de castaños hasta los 800-900 metros aproximadamente(aunque también hay abedul, roble, fresno, avellano,..). A partir de ahí, los hayedos serán los protagonistas y están caracterizados por ser árboles altos que buscan la luz solar y muy tupidos en su parte más elevada. Estamos en pleno Parque Natural de Redes, constituido por los concejos de Caso y Sobrescobio y declarado como tal en el año 1996 y Reserva de la Biosfera en el año 2001. Desde el mirador Tesu La Oración podemos contemplar abajo el Valle del Nalón el cual dejamos atrás dando paso a otro valle muy diferente de alta montaña, el del río Monasterio, que nace en Valdebezón, en una mayada a unos 1400metros de altura situada a unos 3 kilómetros de Brañagallones.
Las vistas son impresionantes y las montañas se visten sus mejores galas para seducirnos con sus atractivos colores.
Las cumbres nevadas de la Peña del Viento, que, junto con la del Cantu´l Osu, son rutas que podremos hacer desde el Refugio, nos anticipan la llegada del mal tiempo.
Y continuamos viaje,..
Atravesando lugares por los que parece imposible pasar como el túnel del Crestón que fue excavado a mano en los años 60 para dar acceso rodado a Brañagallones y es el que nos hace entrar dentro de ese circo glaciar donde el paisaje cambia encontrándonos a nuestra derecha el bosque de Redes, que es el mayor hayedo del Parque y el que le da nombre.
Ya en Brañagallones y alrededores, el paisaje es idílico.
Afortunados de vivir en Asturias.
Es hora de volver a Bezanes, por supuesto, en nuestro “Taxi al Paraíso”
Eso sí, no os olvidéis..
Y desde allí, despedimos a Rafa enormemente agradecidos por su excelente trato, al concejo de Caso y, por supuesto, a su “Taxi “el cual, esperemos poder volver a disfrutarlo en breve porque el Paraíso, lo tenemos en casa, en nuestra tierrina.