Los pacientes que abandonan el hospital en contra del deseo de su médico tienen el doble de probabilidades de volver ser ingresados antes de 30 días que aquellos que se marchan cuando los profesionales lo indican, según un estudio de Universidad de Wisconsin (Estados Unidos).
El estudio, publicado en el American Journal of Medicine, se ha realizado con los datos de 23 millones de ingresos de pacientes adultos ocurridos en 2014. Los pacientes provenían de 2.000 hospitales de un total de 22 estados norteamericanos.
En concreto, ha hallado que alrededor del 20% de los pacientes que se marcharon del hospital en contra del consejo de su médico fueron readmitidos a ingreso en el mismo a los 30 días, en comparación con el 10% vueltos a ingresar después de recibir un alta de rutina.

No obstante, los que fueron dados de alta de un hospital por consejo médico también tuvieron 2,3 veces más probabilidades de ser readmitidos en un hospital diferente, y más de 18 veces más probabilidades de ser dados de alta por segunda vez.
La causa más común de admisión al hospital en pacientes que fueron dados de alta en contra de la opinión del facultativo fueron, con un porcentaje del 9%, trastornos relacionados con el alcohol. A esta le siguieron el uso de sustancias, infecciones en la piel, sepsis y complicaciones relacionadas con la diabetes.
“Estos pacientes tienden a recibir un cuidado fragmentado por ser ingresados en hospitales distintos. La discontinuidad en el trato está asociada con cifras más altas de mortalidad en el hospital y estancias más largas en el mismo”, afirma Kumar.
El paciente que se marcha contra el consejo de su médico, según la investigación, tiende a ser un hombre joven, con un nivel socioeconómico bajo, abuso de sustancias, trastornos de salud mental y sin cobertura sanitaria.
En este sentido, las tasas de alta contra el asesoramiento médico oscilaron en un rango de entre 0 y 12,5% entre hospitales, con un promedio de, alrededor, el 1%. Alrededor de un tercio de los hospitales representaron dos tercios de las altas contra consejo médico. Estos hospitales, además, tenían más posibilidades de tener un mayor número de pacientes, estar ubicados en grandes áreas metropolitanas, con más de un millón de residentes, y ser propiedad de inversores privados.