Se suele calificar de rufián, a una persona vil, despreciable, infame, que carece de honor y que vive del engaño. Ahora, en los escaños de nuestro Congreso se sienta un joven, apellidado Rufián que, por lo que vengo escuchando y leyendo, está en el camino de hacerse acreedor con todos los méritos, a ese calificativo. […]
El blog de un jubilado activo dedicado al voluntariado social, permanentemente aprendiendo en materia del derecho de las nuevas tecnologías y crítico con la política y la injusticia social.