María de Álvaro:
Juan Antonio Martínez Camino, monseñor, jesuita y asturiano, no cree en Dios. O eso parece, Dios me perdone. Ni él ni nadie en la Conferencia Episcopal. Porque si no, no lo entiendo. Y que Dios me vuelva a perdonar. Que los obispos salgan pidiendo o negando el voto a un partido, a cualquiera que sea, siempre que sea un partido democratico y legal, se entiende, es algo que no tiene precedente. Ni nombre. Y, además, es un pena.
Así que se me ocurre que los obispos a lo mejor han perdido la fe. A lo mejor ya no creen en aquel que hace más de 2.000 años nos dios una lección, un manual bastante completo de andar por el mundo. Y lo que quieren es hacerle la puñeta o algo. Porque no se me ocurre que cosa peor se puede hacer por la Iglesia que meterla en este fango.
Entiendo ahora lo que deben de sentir los del Atletico de Madrid. Que de este ‘club’, si no fuera porque además de algunos hay otros tantos millones que sí merecen la pena, hay días que apetece darse de baja.