Por María de Álvaro:

Siempre me hizo gracia el papelito que te hacen firmar en el avión cuando entras en Estados Unidos, ese en el que te preguntan si vas con intención de cometer un atentado. Todas las veces que tuve que rellenarlo me entró tremenda tentación de poner que sí. Más que nada para ver qué pasaba. Nunca me atreví, claro.

Propone ahora Rajoy hacer algo parecido aquí con los inmigrantes. Vaya, que se comprometan a ser buenos. Y no es que quiera yo que rumanos, nigerianos y peruanos cometan delitos. No. Lo que pasa es que tengo dudas de que alguno diga, así por las buenas, que viene a ser de profesión delincuente. Supongo que les pasará lo mismo que me pasa a mí en Estados Unidos. Claro que también supongo que hasta el mismísimo Bin Laden marcaría idéntica casilla que servidora, aunque por motivos bien distintos.

En fin, que no sé si será muy práctica la medida, pero, como todo, siempre puede ser peor, que a lo mejor llega ahora Zapatero y propone darles 400 euros a los que sean sinceros y confiesen sus intenciones. Con un par.

Y digo yo, además, que hoy me da por darle vueltas a todo, que ya que el reparto de euros de ZP se va expandiendo, ¿por qué no pide Mariano que firmemos el papelito de que vamos a portarnos bien todos, incluidos los nacidos en Yernes y Tameza –si es que queda alguno– y hasta los autónomos? ¿O es que lo de la delincuencia es de nacimiento? No sé si me explico.