María de Álvaro:
Hace tiempo que tenía la sospecha, pero confirmar lo que se dice confirmar lo he confirmado esta mañana: como de tantas cosas, no tengo ni idea de política. No la tengo porque ayer marché para la cama nada más terminar el momento más histórico de los momentos históricos de nuestra joven democracia convencida de que se había quedado en nada. Más que nada porque yo no había escuchado nada que no supiera. Nada nuevo, quiero decir.
Pero resulta que esta mañana me he puesto a leer y a escuchar a unos y otros analistas políticos -mis favoritos después de los de la Seguridad Social- y resulta que la cosa fue interesantísima, que se dijeron de todo. Vale. O tendrá que valer. Pero nada nuevo, sigo queriendo decir.
Así que llegados a este punto y no sé si porque no tengo ni idea de política, porque soy una frívola sin remedio o por una combinación de ambas cosas, de la hora larga de tedio ante la televisión me quedo con dos conclusiones. Mariano, cambia de peluquero urgentemente y olvídate de esa raya al lado de primera comunión, y José Luis, depilate las cejas a la cera, o con una segadora. Ah, y a los guionistas de ambos, decirles que si quieren una subida de sueldo, que en todo su derecho están de pedirla, pero que hagan como los americanos, que se pongan en huelga, que no se lo monten a la japonesa, hombre, que lo de la niña inmigrante de Rajoy y el ‘buenas noches, buena suerte’ de ZP es pasarse. Pelmas, sí, que estamos acostumbrados, pero horteras…