Por María de Álvaro:
He leído una historia de esas que conmueven, a pesar de que el verbo, de tan manoseado, está casi a punto de perder su significado. Pero no importa. A mí me conmovió. Y pensé en contarla, pero luego también pensé que no había ninguna necesidad, porque Ignacio del Valle escribe muchísimo mejor. Así que ahí va. No os la perdáis. Es la del 1 de mayo, por cierto.