Los socialistas consideran una bravuconada la amenaza de IU de derrotar al Ejecutivo de Areces en el Parlamento hasta que se avenga a negociar un gobierno de coalición. Fernando Lastra, portavoz del PSOE en la Junta General del Principado, considera que los cuatro diputados de IU no pueden bloquear la acción del Gobierno. El órdago lanzado por Jesús Iglesias desde la Feria de Muestras es interpretado por Lastra como la “amenaza más patética de la democracia”.
En una Cámara con cuarenta y cinco escaños, un grupo con cuatro diputados tiene una capacidad de influencia limitada. Puede sacar adelante iniciativas o ser decisivo en determinadas votaciones, pero no puede imponer el libreto de la legislatura. En la actual composición del Parlamento asturiano, con los dos grandes partidos casi empatados (21 escaños del PSOE y 20 del PP), el peso del tercer partido se acrecentaría sensiblemente si fuese el clásico grupo bisagra, como el Partido Liberal-Demócrata en Gran Bretaña o el Partido Liberal en Alemania, pero IU no es ese tipo de grupo, porque los goznes de la organización sólo giran hacia un lado: la izquierda. Excepcionalmente puede abrir hacia la derecha, pero si de esta actitud hace norma de conducta el partido se descoyunta. Al iniciarse la cuarta legislatura, IU se distanció del PSOE, permitiendo gobernar a Sergio Marqués, y cuatro años más tarde sus escaños quedaron reducidos al 50%. IU puede sentir toda la ira del mundo contra el Gobierno de Areces, pero si comete el error de votar sistemáticamente con el PP habrá cavado su propia fosa como partido parlamentario.
Las limitaciones de IU a la hora de establecer su estrategia parlamentaria no suponen un seguro de vida para el Gobierno de Areces. Fernando Lastra afirma que el Gobierno tiene “iniciativa política y capacidad de actuación”, pero debería añadir que no tiene asegurada la viabilidad parlamentaria de sus propuestas. La probabilidad de hacer aprobar en la Cámara unos nuevos Presupuestos del Principado para el año 2008 es casi nula. Se acaba de iniciar una legislatura de curso incierto, en la que están todas las bazas por jugar. Falta algún dato clave para poder hacer un pronóstico: el resultado de las elecciones generales del próximo año.