Partidos de la oposición, patronal y sindicatos piden a Zapatero que concrete los plazos de finalización de las infraestructuras de transporte que se construyen en nuestra región. El presidente había dicho, en la víspera, que las obras se terminarán entre los años 2009 y 2010, pero políticos, sindicalistas y empresarios quieren una declaración pormenorizada, infraestructura por infraestructura, lo que se conoce en política por la presentación de “un calendario”.
Las fechas dadas por el presidente son tan cercanas en el tiempo, que podemos decir que las actuaciones concluirán en el corto plazo. En tres años quedará todo listo. Semestre arriba o semestre abajo, las carreteras estarán abiertas al tráfico. La única salvedad hay que establecerla con el AVE, ya que sobre este proyecto hay una confusión interesada. La variante de Pajares, una actuación de 1.960 millones de euros, puede quedar finalizada dentro del plazo general dado por Zapatero, pero la línea de alta velocidad hasta Gijón no estará abierta hasta dos o tres años más tarde, porque no está decidido ni siquiera el trazado. La promesa electoral consistía en construir la variante de Pajares, una actuación que también estaba entre las previsiones del PP, pero la llegada de veloces convoyes hasta la costa llevará más tiempo. Esta diferencia entre variante de Pajares y línea de alta velocidad ha creado controversia, y como somos así de grandones nos parece que invertir casi 2.000 millones de euros en hacer unos túneles de los más largos de Europa para dar servicio a una región de un millón de habitantes carece de importancia.
Políticos y agentes sociales ponen el acento en el rescate del peaje del Huerna, una promesa electoral que ha sido incumplida y a la que se refieren los socialistas con ambigüedad. Obtendremos alguna pequeña rebaja, pero la promesa no va a ser satisfecha. Rescatar el peaje conllevaría un desembolso de 1.300 millones de euros, lo que queda fuera de las posibilidades del Gobierno. Nunca se habló tanto del citado peaje. Hubo alguna queja cuando lo prolongó Aznar por 29 años, pero el incumplimiento de Zapatero provoca un coro de protestas. Debe ser que forma parte de la “deuda histórica”, pero de eso hablaremos otro día.