El debate sobre el estado de la región ha dejado apuntados los elementos del drama de esta legislatura autonómica: la mayoría parlamentaria de una oposición unida, visible en algunas de las resoluciones aprobadas, y el posible acercamiento entre los dos grupos de izquierda para pactar asuntos importantes, como el Presupuesto del Principado. ¿Cuál de las dos tendencias marcará el curso político?
Ovidio Sánchez había advertido, al intervenir en el debate parlamentario, que el PP estaba dispuesto a unir sus fuerzas a IU para derrotar las políticas del Gobierno, y así lo ha hecho al votar contra la construcción del embalse de Caleao y a favor de un hospital para lesionados medulares en Langreo. La Junta General del Principado, como institución autonómica, rechaza construir una nueva presa en el alto Nalón y quiere que el centro socio-sanitario de Langreo tenga dimensión clínica. La oposición puede dejar en minoría al Gobierno en la Cámara, y así lo ha hecho. Simultáneamente, IU ha contestado afirmativamente a la demanda del presidente Areces de negociar el contenido de los Presupuestos del Principado para el año 2008. De esta forma se abre una posibilidad, por remota que sea, para alcanzar un acuerdo entre los dos partidos sobre las cuentas regionales.
El juego de fuerzas político no está definitivamente decantado. En principio, el Gobierno tiene un papel muy difícil, porque le toca llevar a cabo iniciativas y necesita autorización de la Cámara donde tienen mayoría de escaños la oposición. En el corto plazo, no cabe duda que el Gobierno regional va a sufrir repetidos reveses parlamentarios, pero a medio plazo la situación se volverá muy complicada para IU. El mejor ejemplo de ello es que acepta entablar conversaciones con el Gobierno sobre los Presupuestos del Principado, y aparece votando con el PP en las resoluciones del embalse de Caleao y del hospital de parapléjicos de Langreo. Ese doble juego puede mantenerse hasta las elecciones generales del próximo año, pero luego tendrá que decantarse hacia algún lado. Si IU fuera un grupo de naturaleza centrista, un típico partido bisagra, podría oscilar hacia los dos lados del espectro ideológico, pero la izquierda de la izquierda no se puede permitir ambigüedades. El debate sobre el estado de la región sirvió para dejar apuntadas las tendencias de la legislatura y para confirmar que el único grupo que se encuentra realmente cómodo en este escenario es el PP.