Desde la Feria de Muestras, convertida en tribuna política del estío, el consejero de Economía, Jaime Rabanal, y el secretario general de la UGT, Justo Rodríguez Braga, hacen un llamamiento a IU para que la región cuente el próximo año con un nuevo Presupuesto del Principado, que permita hacer frente a la crisis económica. En los últimos días los requerimientos de los socialistas a IU para que converja con los socialistas son incesantes. El asunto empezó en el Congreso de la FSA, cuando tanto Javier Fernández, como José Blanco, hablaron de la conveniencia de contar con IU para el próximo futuro. Las referencias a IU llegaron cuando esta fuerza política pasaba por el peor momento de la legislatura, aislada en la ponencia parlamentaria que estudia la reforma del Estatuto de Autonomía y viendo cómo el Gobierno lograba contar con más recursos por la vía de la habilitación de créditos extraordinarios. A partir de entonces, no pasó un día sin que IU recibiera recados de los socialistas.

Un año de mandato habrá hecho ver a los dirigentes de IU que las cosas no son tan sencillas como ellos habían pensado, convencidos de que desde el Parlamento iban a bloquear las iniciativas del Gobierno socialista. Ante la parca representación parlamentaria de IU (cuatro diputados), el coordinador general, Jesús Iglesias, tiene declarado que la aritmética les permitía ser árbitros en el Parlamento aún con menos diputados. La experiencia demuestra que no es así, porque para tener capacidad arbitral hace falta ser el clásico grupo bisagra, que un día gobierna con la izquierda y otro día, con la derecha. IU puede oponerse al Gobierno de Areces, sumando fuerzas con el PP, pero no puede formar una alternativa con el PP sin incurrir en el riesgo de perder la mayor parte de sus votantes. Una cosa es hacer ‘la pinza’ y otra, muy distinta, es el ‘gobierno a la griega’.

Todas estas reflexiones pesarán en el ánimo de los dirigentes de IU cuando empiece la negociación de otoño. Lo más lógico sería que aprovecharan las propuestas del PSOE para dar estabilidad a las instituciones autonómicas, recuperando el rol de socio de Gobierno. En caso de no verlo claro, más vale un acuerdo pragmático de menor nivel, porque los órdagos con el embalse de Caleao son inútiles.