El mitin central del PP de la campaña electoral en Asturias se celebró en Oviedo con la participación de Mariano Rajoy. Por alguna razón que se me escapa, el PSOE programó la visita de muchos más dirigentes de su partido (Zapatero, López Aguilar, Felipe González, Alfonso Guerra, Rodríguez Ibarra, José Borrell, Leire Pajín, Ramón Jáuregui) que el PP. En su intervención, el líder de la oposición siguió con el guión de campaña, atacando duramente a Zapatero, al que acusó de incumplir tantas cosas como promete. El presidente del PP señaló que su grupo defenderá en Europa los intereses de los sectores ganadero y pesquero, a diferencia de Zapatero que los trituró.
Si la campaña de las europeas tiene como argumento la política nacional, esta tendencia resulta mucho más acusada cuando pronuncian los discursos Rajoy o Zapatero. La idea de que la gente va a votar pensando en Europa es una quimera, y ambos líderes se juegan una buena parte de su capital político en las urnas. El resultado de todo ello es que Zapatero y Rajoy repiten los argumentos de las elecciones generales. Es difícil identificarse con las declaraciones que hacen la mayor parte de los políticos en los mítines, a poco sentido crítico que se tenga. Por ejemplo, la cuestión ganadera que citaba Rajoy. En la negociación sobre los presupuestos de la UE para el periodo 2007-2013, negociados por el Gobierno de Zapatero, hay una gran reducción de fondos para España en todos los capítulos, porque el 66% de las ayudas fueron destinadas a los nuevos socios del Este, que tienen una renta por habitante más baja. Hay una excepción: la Política Agraria Común, en la que se mantiene estable el reparto de recursos. En las elecciones, el papel lo aguanta todo.
Mariano Rajoy hizo un hueco en su parlamento para ponderar a Ovidio Sánchez, al valorar «su trabajo, esfuerzo, dedicación y finura», recalcando que esta última cualidad (la finura) es muy importante. Más allá del gesto cortés, lo cierto es que Ovidio Sánchez quedó en una posición desairada en las elecciones europeas, al dejar patente su deseo de ser incluido en la candidatura del PP, y quedar fuera. El futuro de Ovidio Sánchez es una incógnita. No puede descartarse que repita por cuarta vez como candidato autonómico. Lula fue presidente a la cuarta, aunque no hay muchas semejanzas entre ambos políticos.