Antonio Pedreira, el magistrado que investigaba sobre la trama del caso Gürtel, ha remitido todas las actuaciones al Tribunal Supremo (TS) para que interrogue a los cargos públicos del PP: el senador, Luis Bárcenas, el diputado, Jesús Merino, y el eurodiputado, Gerardo Galeote. El magistrado considera que hay indicios suficientes sobre la comisión del delito de cohecho y la evasión del pago de impuestos. Como el presunto fraude fiscal está próximo a la fecha de prescripción, pide al alto tribunal que los interrogue urgentemente.
La Justicia tiene unos argumentos que no coinciden con los del debate político. Hace nueve días tuvieron lugar las elecciones al Parlamento europeo, con la sombra del caso Gürtel sobrevolando toda la campaña. La victoria del PP fue aplastante en la Comunidad Valenciana y Madrid, territorios donde se desarrolló la trama de la corrupción. La primera lectura de los resultados llevó a un reforzamiento de los líderes del PP, particularmente de Francisco Camps, presidente valenciano bajo sospecha de haber recibido financiación de empresas (Diseño Asimétrico y Servimadrid Integral) por la vía del pago de las facturas de su vestuario. Al conocer el resultado de las urnas, rápidamente se llegó a la conclusión de que el PP había ganado la batalla política del caso Gürtel, pero quedaba pendiente la judicial, que tiene como escenario principal el TS donde se tomarán decisiones relevantes sobre tres cargos públicos del PP. El respaldo popular es importante, pero los tribunales se atienen a otro tipo de indicios.
De todas las actuaciones remitidas al TS, la más grave es la que tiene que ver con Luis Bárcenas, tesorero del PP. Francisco Correa, el cerebro de la trama del caso Gürtel, tiene afirmado que entregó mil millones de las antiguas pesetas a Bárcenas, a cambio de adjudicaciones. Si tal aseveración se confirmara en los tribunales, el golpe para el equipo de Rajoy sería tremendo, aunque es muy pronto para hacer esas conjeturas. Lo que ahora se puede constatar es que jueces distintos a Garzón ven indicios delictivos en cargos públicos del PP, así que la trama de Gürtel es algo más que el producto de la mente calenturienta de un magistrado filosocialista obsesionado con dañar el buen nombre del principal partido de la oposición.