José Blanco aseguró que la autovía del Cantábrico no va a quedar detenida. Los tramos en construcción seguirán avanzando, tanto en Asturias como en Galicia. El ministro afirmó que para el presente año se liberarán nuevas partidas, ya que el dinero destinado para este ejercicio quedó consumido tras el recorte aplicado por el plan de ajuste fiscal. José Blanco advirtió de que la autovía del Cantábrico recibirá un notable impulso en el 2011, con más inversiones. Sobre las visicitudes de los trabajos en Asturias, el ministro señaló que la construcción del subtramo Unquera-Pendueles ha conocido importantes dificultades técnicas, aunque sin aclarar si conllevará retrasos añadidos.
El ministro de Fomentó se refirió a la autovía en calidad de vicesecretario general de los socialistas. No sé si alguna vez José Blanco habla como ministro de Fomento de las interioridades del PSOE, pero en cualquier caso es difícil entender que un ministro haga declaraciones sobre su trabajo como número dos de la jerarquía de su partido. Conceptualmente es un disparate. Criticado el fuero, vamos a por el huevo.
En la víspera advertimos de que había que estar atentos a lo que dijera José Blanco, pero también a lo que silenciara. En todas las declaraciones del vicesecretario general del PSOE no hubo ni una referencia al calendario de terminación de las obras ni un compromiso sobre cifras de inversión. Es más, al criticar la postura de los que afirman que la autovía quedará finalizada en el año 2014, el ministro dijo que ni el mismo sabe cuándo van a acabar las obras. Parece que la ‘doctrina Víctor Morlán’, presentada con total desparpajo por el secretario de Estado del Ministerio de Fomento con motivo de las actuaciones del metrotrén, se ha extendido. Se sabe que la línea del AVE Madrid-Valencia se va a inaugurar el 22 de diciembre, pero el año de finalización de la autovía del Cantábrico se ha convertido en la pregunta del millón.
La comparecencia del vicesecretario general del Partido Socialista tenía el propósito de detener la alarma social creada con la paralización o ralentización de las obras de la autovía. La estrategia socialista del Noroeste (Galicia y Asturias), muy cara a José Blanco, corre el riesgo de venirse abajo. El anuncio de nuevas inversiones es una buena noticia, pero la autovía del cantábrico necesita un compromiso más concreto y explícito.