La dimensión pública del Dr. Luis Fernández-Vega Diego descansaba sobre su destacada actividad profesional, como oftalmólogo, una vocación heredada de su padre y de su abuelo, y que supo transmitir a hijos y nietos, hasta formar una dinastía de cinco generaciones de oftalmólogos. Clan familiar y pasión por la Medicina jalonaron una trayectoria que culminó con la inauguración del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, en la falda del monte Naranco, en Oviedo. Desde su inauguración, en 1997, es la mayor clínica oftalmológica de Europa.
La entrega a la práctica clínica no cubrió todo su quehacer público, al adquirir un claro compromiso político en la España de la transición. El Dr. Fernández-Vega fue uno de los fundadores de Reforma Democrática, grupo presidido por Manuel Fraga Iribarne, que sirvió de germen para la creación de Alianza Popular. Un reducido grupo de profesionales y empresarios, entre los que también se encontraban, José Álvarez de Toledo (abogado del Estado), Pedro Colmenero (ingeniero de caminos y uno de los autores del proyecto de la autopista del Huerna), Francisco Álvarez-Cascos (ingeniero de caminos) y Florentino Fano (empresario), dieron los primeros pasos en Asturias para formar una alternativa de centro-derecha, cuando la Reforma Política de Adolfo Suárez era aprobada por Las Cortes franquistas.
En aquel tiempo, otoño de 1976, resultaba prácticamente excepcional que un destacado profesional de la Medicina, con la consulta abierta en el centro de Oviedo, asumiera el papel de trabajar por la constitución de una alternativa de centro-derecha que contaba con la hostilidad de los partidos de izquierda y provocaba abiertos recelos en el Gobierno, que maniobraba para crear un “partido de ministros” capaz de liderar el incipiente proceso democrático. De ahí nació la amistad entre Fraga Iribarne y el Dr. Fernández-Vega, alimentada luego con las jornadas de descanso y caza en la casa de Ceceda, de los Fernández-Vega, y en las jornadas de pesca en Niserias, donde frecuentemente les acompañó el oftalmólogo, Ramón Castroviejo, maestro de Luis Fernández-Vega.
En la primera legislatura de la democracia, tras dimitir el senador por el PCE, Wenceslao Roces, Luis Fernández-Vega disputó el escaño vacante a Fernando Morán. En el Congreso de Alianza Popular de Asturias, en 1978, fue elegido presidente de la organización, al encabezar una candidatura en la que iban Román Suárez Blanco, Francisco Álvarez-Cascos y Pablo García Vallaure. Posteriormente le sucedería en el cargo, Juan Luis de la Vallina Velarde.
La intensa actividad militante y la amistad personal hicieron que Luis Fernández-Vega siempre fuera escuchado por Fraga Iribarne. Ante el fundador de AP, defendió la opción de Álvarez-Cascos, como cabeza de lista por Asturias al Congreso de los Diputados, en las elecciones generales de junio de 1986. Posteriormente, en 1989, también avaló la candidatura del político gijonés para la Secretaría General del PP.
Un perfil profesional y político, como el Dr. Fernández-Vega, parece más propio de los países de cultura anglosajona, donde nadie oculta su ideología, que en España, donde las cabinas electorales tienen forma de confesionario. Luis Fernández-Vega Diego demostró que el compromiso político, rectamente entendido, no es un desdoro para la práctica laboral de un profesional liberal.