En una encuesta realizada hace un mes, cuyo resultado obra en poder de la FSA, Carmen Moriyón (Foro) obtiene igual porcentaje de votos que la suma de las candidaturas gijonesas de PSOE y PP. Este dato, francamente adverso para los socios del bipartidismo, es clave para entender las decisiones que toman sobre Gijón las administraciones central y autonómica, gestionadas por ambas formaciones.
Es sabido que los gobiernos miran con mejores ojos a los municipios gestionados por sus compañeros de partido. Esta discriminación provocó quejas y protestas, en diversas ocasiones. La más famosa fue la protagonizada por Gabino de Lorenzo, como alcalde de Oviedo, frente al Principado socialista, al dar con un slogan acertado, “el cerco de Oviedo”. En realidad no había tal cerco, porque PSOE y PP tenían repartido el poder en Asturias: el Principado para los socialistas y la capital para los populares. Era todo un paripé. Un día antes de ganar por primera vez De Lorenzo las elecciones, en el año 1991, la Casa del Pueblo estaba cerrada y por las calles de Oviedo no había carteles del candidato socialista Antonio Masip. El famoso pacto SOMA-PP que tendría unos efectos visibles sobre el urbanismo ovetense a partir de 1995, con la constitución de Gesuosa.
HUELGA INVERSIONES
La llegada a la Alcaldía de Gijón de Carmen Moriyón supuso un shock para los socialistas que pasaron de tratar con mimo a la villa de Jovellanos a ponerla en la lista negra. Javier Fernández, que es fundamentalmente un hombre de partido, pese a no haber empezado a militar hasta después de los cuarenta años, tuvo claro que la labor de oposición a la alcaldesa de Gijón debería hacerse desde el poder regional, con una huelga de inversiones, combinada con un tratamiento de mínimos en los programas de empleo. El resto lo debería hacer el grupo municipal, liderado por Santiago Martínez, aunque este último quedó desactivado tras el affaire de las cocheras y la gran defensa que hizo de los intereses de Gijón desde Cajastur y Liberbank.
Fracasada la estrategia y con las encuestas en la mano, la jefatura socialista ha dado una vuelta de tuerca a su política beligerante con Gijón, y ha pasado a boicotear las iniciativas municipales. Veamos varios ejemplos.
BOICOT
El proyecto de Carmen Moriyón de transformar el colegio público Cabrales en un centro infantil para niños de 0-3 años ha quedado frenado por la consejera de Educación y Cultura, Ana González, al incluir el inmueble en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, con lo que puede impedir la realización de obras y evitar la construcción de un nuevo módulo en el patio, tal como se preveía el proyecto. 1-0
El Ayuntamiento de Gijón había aprobado una partida de 400.000 euros, en los presupuestos de 2015, para adecentar las instalaciones deportivas de la Laboral. Aunque el proyecto cuenta con la aprobación de los servicios técnicos, la consejera Ana González no ha dado el visto bueno y las canchas de beisbol, rugby, fútbol, hockey y atletismo continúan deterioradas. 2-0
La alcaldesa alcanzó un acuerdo con la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, sobre los usos del edificio de juzgados de Poniente, que pasaría a ser sede de servicios administrativos del Principado. Dolores Carcedo pidió que constara por escrito el permiso del Ayuntamiento para que el Principado se hiciera cargo del inmueble. Tras la firma, lleva ya un año vacío el edificio. 3-0
Hay permutas de inmuebles entre el Principado y el Ayuntamiento de Gijón, por valor de 7,5 millones de euros, que están bloqueadas por Dolores Carcedo. La más conocida es la parcela que los socialistas habían escogido para sede definitiva de la Semana Negra, y el juez sentenció que era de la Universidad de Oviedo. El Principado tiene que devolver las fincas entregadas en su día por el Ayuntamiento o dar su valoración en dinero, 2,5 millones. Ni una cosa ni la otra. 4-0
La jugada más reciente. El pasado viernes llegó al Ayuntamiento una carta de la Consejería de Cultura advirtiendo que quita una parte importante de la subvención al Festival de Cine (FICX) porque la petición iba firmada por el gerente de la sociedad municipal Divertia, y debería estar rubricada por Carmen Moriyón. Sin comentarios. 5-0
Dejo para el final el vergonzoso comportamiento del Principado en el último consejo de administración de Gijón al Norte, al hacer piña con el Ministerio de Fomento para que no se adecente el solarón, fiel testigo de la desastrosa gestión realizada en Gijón al Norte, unas veces por socialistas y otra por populares. 6-0
SÁNCHEZ
Nunca se había visto un comportamiento tan sectario del Principado con un ayuntamiento. Las encuestas adversas en Gijón empujan al PSOE a imitar la táctica de Roma con Cartago en espera de la desmoralización de los damnificados. A eso le llaman gobernar para todos los asturianos.
No generalicemos, ahí está Pedro Sánchez, un tipo sano y muy preparado. En Langreo, ante la plana mayor del socialismo regional, anticipó un compromiso estratégico, al afirmar que cuando sea presidente del Gobierno mantendrá “la planta de Hunosa en Asturias”.
Yo estaba muy preocupado por la deslocalización de los pozos del carbón. Ahora ya está claro que no se llevarán Hunosa para China. Por cierto, qué buena planta tiene ese hombre.