Luis Pacho, candidato de Ciudadanos a la Alcaldía de Oviedo, es uno de los primeros rostros que presenta el partido de Albert Ribera a la opinión pública asturiana. Según Pacho, el objetivo de lograr escaños en el Parlamento es convertirse “en un grupo con el que tengan que contar para gobernar”. En jerga parlamentaria, a eso se le llama partido bisagra. Cuando un nuevo grupo palpa que va a convertirse en fuerza parlamentaria, tiene dos opciones, presentarse como alternativa al statu quo, aspirando a liderar una mayoría alternativa, o reivindicarse como partido de influencia, con el que tendrán que negociar los grandes partidos. Un buen ejemplo de todo ello es UPyD, que se presentó como aspirante a grupo mayoritario, en España, y en Asturias ejerció de bisagra al inicio de la última legislatura, dando la gobernación de la región al bloque de izquierdas, frente a la opción del centro-derecha que tenía tantos escaños (22) como la izquierda. Pacho presenta las credenciales de Ciudadanos como grupo de influencia o grupo bisagra, un papel que en la política española fue ejercido principalmente por los partidos nacionalistas de Cataluña y País Vasco.
Tener vocación de bisagra implica reconocer que la estrategia política de Ciudadanos estará orientada hacia el pacto. ¿Qué tipo de pacto? Pacho aclara que no contemplan pactos de gobierno, sino acuerdos “puntuales”. Esta modalidad de pacto es la que más les gusta a los mayoritarios, porque se quedan con todo el protagonismo del gobierno. Los pactos puntuales no son acuerdos menores, al contrario, afectan a los elementos que aseguran la viabilidad de un gobierno: investidura y presupuestos. Si un partido pequeño vota la investidura del candidato de un grupo mayoritario, su suerte política queda atada al rumbo de ese gobierno. Introducir tal o cual elemento programático en los planes del ejecutivo es un elemento secundario ante el compromiso que se contrae votando la investidura o aprobando los presupuestos. Ciudadanos debería pensarse mucho lo que hace antes de avalar a líderes desgastados de partidos apolillados, porque la credibilidad en política se pierde en un abrir y cerrar de ojos.
Pacho afirma que Ciudadanos es un partido “liberal de centro”. La etiqueta de liberal (si es rigurosa) es tan precisa como la de comunista y es incompatible con el Estado del Bienestar que propugna Ciudadanos. Nos quedamos su ubicación centrista.