>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

LA ASEPSIA DE CIUDADANOS

Las complejas negociaciones para decidir la formación de los gobiernos tienen que ver con la llegada de dos grupos nuevos, Ciudadanos y Podemos. Vamos a fijarnos en Ciudadanos, partido que estaba en la cresta de la ola hace unas semanas y ahora se ha especializado en dar certificados de buena conducta a los políticos que aspiran a gobernar.
El éxito electoral de Ciudadanos, mayor en unos territorios que en otros, ha dado paso a una política dominada por la asepsia. Los portavoces de Ciudadanos se limitan a pedir el cumplimiento de un decálogo anticorrupción para dar su apoyo a los potenciales gobernantes. En otras cosas no entran.
Ciudadanos se ha convertido en el partido del pacto, por excelencia, aunque tienen una curiosa manera de entender los pactos. Sólo hablan de a quién van a apoyar y a quién no. Conocimos hace unas semanas sus propuestas económicas para gobernar España, pero tras las elecciones autonómicas su actividad política se reduce a examinar la idoneidad de los grandes partidos para gobernar, “¿No celebrasteis elecciones primarias?” “Entonces no cuentes con mi apoyo”.
ÉTICA
Los electores crearon un mapa político complejo y Ciudadanos se apresta a simplificarlo tomando la parte por el todo, ya que les basta el test de la ética para dar luz verde a los candidatos de otros partidos aunque tengan un horrible programa de gobierno.
La asepsia que exigen a los demás, también tiene una interesante derivada interna: Ciudadanos no está dispuesto a gobernar con nadie. Yo pacto y tú te arriesgas. Esta estrategia la venden como ejemplo de altruismo, de falta de apego a los sillones: no pactamos por poltronas.
En el fondo de esta negativa a involucrarse en gobiernos de coalición está el miedo a tomar partido, a mancharse con políticas concretas. Un discurso descomprometido para el que tienen preparada una coartada: sólo gobernarán donde hayan ganado las elecciones. Como todos sabemos que son un partido minoritario, la coartada es puramente teórica.
La estrategia de Albert Rivera para comunidades autónomas y ayuntamientos tiene como objetivo no mojarse en tareas de gobierno, pero quieren demostrar que son un partido influyente dando el plácet o negándoselo a los grupos que aspiran a gobernar.
Imagino que la adopción de esta política responde, entre otras razones, a la imposibilidad de controlar desde Barcelona a todas las organizaciones territoriales, así que se ponen unas pautas muy sencillas (no gobernar, código ético) y se minimiza el riego de cometer errores.
BISAGRA
Todas las estrategias artificiosas tienen puntos débiles y la adoptada por Ciudadanos no es una excepción. En las próximas semanas veremos cómo Ciudadanos colabora en la investidura de gobernantes de izquierda y de derecha, tanto autonómicos como municipales. Por la fuerza de los hechos adquirirán la apariencia de un partido bisagra.
En España no triunfaron los partidos bisagra, con la excepción de los nacionalistas, que son los únicos que tiene bula para pactar con PSOE o PP. ¿Por qué tienen carta blanca los nacionalistas para establecer alianzas? Sólo hay una respuesta: por su enorme personalidad, por su acusadísima identidad, por la explicitación de sus intereses.
Ciudadanos, como UPyD, carecen de esa personalidad. Lo más sólido de su proyecto es la vertiente antinacionalista, pero fuera de esa característica el resto es sustancia líquida. Repito, lo mismo le pasaba a la UPyD de Rosa Díez que se agarró compulsivamente a la lucha contra la corrupción -le llevó a la quiebra, sólo tenían 2.000 euros para la campaña electoral asturiana- para tener banderas que agitar ante el pueblo liso y llano (“nosotros pillamos a Bankia”).
Las terceras vías, por definición, no son grupos de identidad fuerte, como lo son los conservadores, los liberales, los socialistas o los comunistas.
A partir de esa debilidad, la profusión de pactos difundirá una imagen negativa de Ciudadanos, como grupo que sólo participa en la investidura de los gobernantes, que es tanto como decir que sólo le interesa el mapa del poder.
A los ciudadanos (ahora con minúsculas) les preocupa mucho más el empleo, la sanidad, los impuestos, la educación o las carreteras. En ese defecto también incurrió Rosa Díez cuando puso la fusión de ayuntamientos y la circunscripción electoral única como condiciones para que UPyD votara la investidura de Javier Fernández. Los asturianos vibraron al oír un discurso tan cercano.
ABSTENCIÓN
Esta estrategia equivocada ha provocado errores garrafales, como el anuncio de Nicanor García de abstenerse en la votación de investidura. Tras un encuentro con Javier Fernández, el líder de Ciudadanos dijo que descartaba votar a favor de cualquier candidato.
Ahora trata de rectificar, pero en política es fácil pasar del digo al Diego, pero muy difícil convertir a Diego en digo. Si se quiere tener relevancia política hay que arriesgar. La abstención como comodín de una fuerza parlamentaria sólo indica el miedo a comprometerse con los problemas concretos o la vacuidad de su pensamiento. De ahí el gusto por decir que son de estricto centro (ni un centímetro a la derecha ni uno a la izquierda), como si desde el centro no se pudiera hacer una política de alianzas sólida.
Por ese camino no tardarán mucho en descender lo que ascendieron. Los ciudadanos quieren políticos que se mojen, como hace Rivera con CiU y ERC.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


junio 2015
MTWTFSS
1234567
891011121314
15161718192021
22232425262728
2930