Reunión de negociación entre las direcciones regionales de Podemos e IU, con la prensa de testigo. Una experiencia insólita. Jamás dos organizaciones políticas en Asturias negociaron delante de los periodistas. Un ejercicio de transparencia (palabra comodín en los discursos de la clase política) que no debería quedar reducido a simple anécdota. Es bueno recordar para los desmemoriados que las negociaciones presupuestarias entre el PSOE e IU, durante años y años, se desarrollaban con una opacidad propia de quién hace algo pecaminoso.
Sobre la mesa un tema de gran interés, la formación o no de un gobierno bipartito, PSOE-IU. Un hipotético gobierno que tendría la misma base parlamentaria que uno monocolor socialista, presidido por Javier Fernández. Llamazares rechazó esa alternativa, porque no la ve viable, sufriría muchas derrotas en los plenos y no podría aprobar los presupuestos. Los dirigentes de Podemos parten de una premisa distinta, al valorar de excepcional la coyuntura política, lo que justificaría la adopción de medidas extraordinarias. El gobierno bipartito tendría como objetivo aplicar el rescate ciudadano y regenerar la vida política. Si al final, la oposición bloquease la acción del bipartito, Podemos no tendría miedo en acudir a elecciones anticipadas. En la reunión, Emilio León detalló cuál fue la reacción de Javier Fernández cuando le empezó a hablar de los sobrecostes de El Musel. Posteriormente, Daniel Ripa afirmó que había dirigentes socialistas en redes de corrupción. Sobre el particular, recordó que Javier Fernández era una creación política de Villa.
Imposible acuerdo. Podemos e IU encaran la legislatura de forma muy diferente. Para IU, el PSOE es una referencia insoslayable; sin la alianza con los socialistas no se pueden desarrollar políticas de izquierdas, mientras que Podemos considera que la dirección socialista es el enemigo a batir si se quiere enderezar el rumbo de Asturias. Para Llamazares, la etiqueta de izquierdas coloca al PSOE en el campo del progreso, pero a Podemos los nominalismos ideológicos no le dicen mucho. Ambas posturas son defendibles, depende de los objetivos que se marque cada grupo. Ahora bien, la novedad de la legislatura estriba en la aparición de un espacio a la izquierda del PSOE que tiene el 31% de los escaños. O se hace visible esa realidad, de la manera que sea, o no habrá una segunda oportunidad.