A Ciudadanos le ha llegado el momento de retratarse por toda la geografía española. Tras amagar una supuesta incompatibilidad con el PP, va a investir a Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid, el tercer territorio autonómico más poblado de España por detrás de Andalucía y Cataluña. Simultáneamente, ha dado luz verde a la investidura de Susana Díaz, tras casi dos meses de frustrantes debates. Una ayuda al PP y otra para el PSOE. Una estrategia diseñada y aplicada hasta en los más pequeños detalles desde la sede central de Barcelona, que se concreta en cada territorio como si fuese un simple naipe de la baraja nacional. Tal vez sea un acierto los apoyos dados a Cifuentes y Díaz, pero aparecer ante la opinión pública española como un partido especializado en completar mayorías parlamentarias, aplicando la plantilla confeccionada en Cataluña para el test de la corrupción, me parece que sólo conduce a perder imagen y seguidores.

Un partido que pretende ser alternativa de gobierno en España tiene que tener otros argumentos, no vale actuar al modo de firma de auditoría que mide la densidad de chorizos por kilómetro cuadrado que hay en cada comunidad autónoma, dando o negando certificados de gobernabilidad al resto de grupos. La prohibición a entrar en los gobiernos, dictada por Albert Rivera, destila falta de compromiso con la problemática de cada territorio. Optan por quedar en la oposición porque de esa forma de esa forma minimizan la probabilidad de cometer errores.

En Asturias, Javier Fernández, acompañado de dirigentes socialistas (Lastra, Sanjurjo, etcétera), se ha entrevistado con los diputados de Ciudadanos. Estuvieron dos horas estudiando el código ético de Rivera y las sensaciones al finalizar el encuentro eran muy buenas. Nicanor García, portavoz de Ciudadanos, dijo que van a hacer todo lo posible para que Asturias sea gobernable. Si esto es así, tendrán que acabar votando la investidura de algún candidato, justo lo contrario de lo que dijo tras el primer encuentro, cuando anunció la abstención como pauta de conducta en la sesión de investidura. Desconocemos lo ocurrido para pasar de la abstención al posible voto constructivo. En el grupo parlamentario de Ciudadanos está Ignacio Prendes que reivindicó en su día una reforma electoral para apoyar a Javier Fernández ¿Ya está todo olvidado? ¿El Principado forma parte de un lote con otra comunidad autónoma?