En la inauguración de la Escuela de Verano de la UGT, Javier Fernández ha pronunciado un discurso electoral, entendiendo por tal las intervenciones que se centran en descalificar a rivales directos en las urnas. El presidente del Principado considera que las elecciones generales suponen un duelo entre PSOE y PP, pero las mayores críticas fueron para Podemos. Lo que dice Pablo Iglesias (el discurso de la casta, la falta de representatividad de los diputados, etcétera) es un eco de Rousseau o de Álvarez-Cascos, según el presidente asturiano, que aprecia pérdida de frescura en Podemos (“un partido piramidal, no circular”), y piensa que sus lemas planos no sirven para interpretar realidades complejas.
El discurso de la casta concluyó al finalizar 2014. En la gran manifestación convocada por Podemos en Madrid, el pasado 31 de enero, de la media docena de dirigentes que tomaron la palabra en la Puerta del Sol ninguno pronunció la palabra, “casta”. Tampoco la utilizó Errejón en el mitin gijonés de la campaña de las elecciones autonómicas y municipales, ni Pablo Iglesias en el mitin de Oviedo. Es cierto que el discurso sobre el bipartidismo recuerda mucho al argumentario de Cascos en la campaña de 2011, cuando pasó de no tener partido a ganar las elecciones en menos de cuatro meses. Los propios dirigentes asturianos de Podemos reconocen que siguieron muy de cerca la experiencia de Foro y que de ella sacaron provechosas enseñanzas. Hablar del pacto del astillero queda muy bien, porque es preciso poner un nombre para que una conspiración sea creíble. La realidad es mucho más sencilla: Moriyón es alcaldesa de Gijón porque le ganó las elecciones al PSOE; Podemos no votó la candidatura de José María Pérez para alcalde, porque tras más de tres décadas de gobierno socialista en la ciudad los concejales de Podemos sintieron desconfianza ante la alternativa socialista. Así de simple.
Javier Fernández y los líderes socialistas van a atacar en los próximos meses a Podemos, ya que la única forma de ganar las elecciones a Rajoy consiste en lograr un amplio trasvase de votos de Podemos al PSOE. Y nada más celebrarse los comicios, exigirán a Podemos que vote la investidura de Pedro Sánchez para garantizar un gobierno progresista. Así funciona la política. No obstante, hay un aspecto interesante en la exposición de Javier Fernández: el rápido envejecimiento de Podemos y la pérdida de frescura. Digno de análisis.