Los sondeos electorales coinciden en que en la próxima legislatura ningún partido gozará de mayoría absoluta. En la mayoría de las encuestas el partido ganador de los comicios se encuentra a más de treinta escaños del límite de los 176 diputados. En ese supuesto ganar las elecciones no es sinónimo de gobernar. Hará falta pactar para contar con la mayoría parlamentaria suficiente, una operación que no afecta de la misma manera al PP que al PSOE, los dos grupos que aspiran a encabezar el futuro gobierno.
Mariano Rajoy ha reconocido que las posibilidades del PP de forjar alianzas en el Parlamento se reduce a Ciudadanos. Pedro Sánchez, por su parte, considera que puede pactar con todos los partidos, excepto con el PP, al que excluye de los acuerdos. Hay razones inmediatas que explican la diferente sintonía que tienen los dos grandes partidos con el resto de grupos. El PP llegará a las urnas tras gobernar con mayoría absoluta, acostumbrado a aprobar normas sin negociar con nadie y, en ocasiones, sacando adelante leyes contra el frente unido de toda la oposición. Véase el caso de la LOMCE. A ello hay que añadir la actitud personal del propio Rajoy, muy poco dado a la comunicación, lo que ha servido para abrir una gran distancia con los demás dirigentes. Los socialistas tendrán la ventaja de llegar a las urnas desde la oposición y con un nuevo líder, Pedro Sánchez, que no tiene cuentas pendientes con ningún partido. El problema con el nacionalismo catalán ilustra las diferencias entre PP y PSOE. Rajoy, básicamente, se ha dedicado durante año y medio a guardar silencio, pasando la responsabilidad a los jueces, como si todo se redujera a una cuestión de delitos y delincuentes. Pedro Sánchez ha propuesto una negociación sobre el marco jurídico-político español, haciendo mención expresa a una reforma de la Constitución. Se puede estar completamente en contra de la propuesta, porque ofrece más riesgos que beneficios, pero para los catalanes es una posición mucho más aperturista que la de Rajoy.
Llegado el momento de dilucidar qué líder es investido como presidente, Pedro Sánchez es muy probable que cuente con el apoyo de Podemos, IU y PNV. Los dos primeros por cercanía ideológica y el último por devolución de favor. El PSOE de Pedro Sánchez puso sus escaños a disposición del PNV para que acumulara el mayor poder de su historia. Rajoy sólo tiene seguro la disposición al diálogo de Albert Rivera.