Reunión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en la Moncloa. Los líderes de los dos partidos (PSOE y Podemos) sobre los que debe pivotar la gobernabilidad en la próxima legislatura han iniciado la ronda de encuentros oficiales que debe terminar con la investidura del actual presidente en funciones. Al salir de la entrevista, Pablo Iglesias realizó unas declaraciones prudentes tratando de transmitir optimismo a la opinión pública: «La reunión ha ido muy bien»; «nos hemos puesto de acuerdo en ponernos de acuerdo»; «hemos hablado de precariedad laboral, de medio ambiente, de pensiones y de la situación internacional»… Saben que la viabilidad del mandato depende del pacto entre ambas fuerzas y quieren avanzar en firme sin dar pasos en falso. Justo lo contrario de lo que hizo Podemos tras las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, las primeras a las que concurría. En aquella ocasión, a la semana de celebrarse los comicios, dio Pablo Iglesias una rueda de prensa para decir que todo el que quisiera pactar con el partido morado debía aceptar el derecho de los catalanes para organizar una consulta de autodeterminación. Unas semanas más tarde, advirtió a los socialistas de que debían escoger, pactar con Ciudadanos o con Podemos. Su oferta de acuerdo era excluyente. Es bien conocido el final de la historia, con nuevas elecciones seis meses más tarde. Ahora Iglesias dice que se sienta a hablar con Pedro Sánchez «sin líneas rojas, ultimátums y arrogancia». Parece que el secretario general de Podemos ha escarmentado en cabeza propia.
Hasta que se celebren los comicios autonómicos y municipales la negociación no pasará de la fase preliminar, con la excepción de la elección de la Mesa del Congreso de los Diputados que tendrá lugar unos días antes de la jornada electoral. Adriana Lastra e Irene Montero acordarán su composición. Ese pacto marcará la relación del Gobierno y Unidas Podemos con sus potenciales aliados que no son otros que los partidos nacionalistas vascos y catalanes. La elección de la Mesa será el primer test de la legislatura que debe prefigurar la mayoría parlamentaria que investirá como presidente a Pedro Sánchez.
Ahora bien, el acuerdo esencial del que depende la estabilidad del futuro mandato, es el que vincule a Podemos con el Gobierno. ¿Sucesión de acuerdos concretos? ¿Pacto de legislatura? ¿Gobierno de coalición? Esta última fórmula es la única que da satisfacción a las aspiraciones de Iglesias.