Ignacio Prendes afirma que para llegar a pactos entre Ciudadanos y el PSOE, los socialistas deben renunciar a ententes con populismos y extremismos. Como estamos en Asturias, la mención a los populismos y extremismos debe traducirse por Podemos. En otras regiones también entraría en ese capítulo el radicalismo independentista, pero en esta tierra, por fortuna, no tenemos ese tipo de tribus. Prendes repite la doctrina de Albert Rivera, el líder más beligerante con los enemigos de la Constitución.
Al hablar de pactos en comunidades o ayuntamientos hay que partir de la aritmética concreta de cada institución. Lo contrario es construir castillos en el aire. Es distinto negociar con un grupo que ganó las elecciones por un diputado o un concejal que hacerlo con otro que tiene más escaños que sus tres inmediatos seguidores juntos. Con el primero podrás ser muy exigente, con el segundo debes aspirar a que sea muy condescendiente. En esta última situación de superioridad es en la que están los socialistas asturianos, con Adrián Barbón a la cabeza. Prendes advierte a la FSA de que debe escoger entre Podemos o Ciudadanos, como partido aliado en la Junta General del Principado. Si retrocedemos en el tiempo, nos encontramos con que en el primer trimestre de 2016, era Pablo Iglesias el que le decía a Pedro Sánchez que debía escoger entre Rivera o él, como socio para la sesión de investidura. Ironías del destino. Sánchez no le hice mucho caso y llegó a un acuerdo programático con Rivera que incluía doscientos puntos. Iglesias se sintió menospreciado y los diputados de Podemos y del PP frustraron la investidura del líder socialista abriendo la puerta a una convocatoria anticipada de elecciones.
Ciudadanos no está en condiciones de establecer vetos en la Junta General del Principado. Debe escoger entre una oposición frontal o influir en leyes y presupuestos por la vía de los acuerdos con el futuro gobierno socialista. Me imagino que Juan Vázquez lo tiene muy claro. Para la sesión de investidura Adrián Barbón no necesita pactos, se basta y se sobra con los veinte diputados socialistas. Los cuatro grupos de derechas suman diecinueve escaños. Imaginar acuerdos a la griega entre la izquierda radical y la derecha es estar en la inopia. Podemos e IU estarán convalecientes una larga temporada tras el batacazo del pasado domingo. Ciudadanos debe buscarse un hueco entre el ruido y el silencio en las filas de la oposición. Cuestión de tacto y paciencia.