Diego Canga presentó las candidaturas del PP a las elecciones autonómicas. Las listas son fruto de la correlación de fuerzas entre los distintos sectores del partido. La elección de nombres es la labor más delicada de todas las que se toman en cualquier organización política por dos motivos fundamentales: hay en juego sueldos golosos para cuatro años y la voz y el voto de los diputados conforman la imagen del partido. Un pequeño detalle añadido: en caso de fuerte discrepancia interna pueden ubicarse en el grupo mixto, que es tanto como quitarle miles de votos al partido por el que se presentaron. Una ruina.
En la candidatura de Canga hay nombres muy conocidos y otros que no lo son tanto para el elector estándar. Empecemos por las sorpresas. La mayor de todas es la ausencia de Gemma García, la exvicepresidenta de Compromiso XXI, que había sido presentada por Canga como ejemplo de ciudadana independente que incorporaba a la lista por su currículum profesional. Una persona que había trabajado durante años con él. La sorpresa es mayor, aún, porque al llegar de Bruselas dijo que iba a introducir a muchos independientes a su candidatura, porque lo importante era la solvencia profesional y, a la hora de la verdad, sólo incorporó a Sandra Camino. Al menos, con Gemma García, serían dos. Hay otros dos nombres que proceden de Ciudadanos, José Luis Costillas, que era el que mandaba en la formación naranja, una vez que el aparato de Inés Arrimadas se cargó a Ignacio Prendes, irá en el puesto noveno por la circunscripción central, y Manuel Cifuentes, de undécimo. Reflexión válida para independientes y naranjas: no es nada fácil traer gente de fuera y sentarla en el escaño. Poblar la lista de foráneos es tanto como doblar la muñeca al aparato del partido, algo imposible de ejecutar por un candidato, como es el caso de Canga, que también es independiente.
Como en política todo el mundo tiene filiación, la mayor presencia en la candidatura es la de dirigentes próximos a Mercedes Fernández, como Cuervas-Mons o Luis Venta. Si pensamos que Canga quiere hacer tabla rasa del mandato de Teresa Mallada, lo que hay inmediatamente antes es el periodo de Cherines. No obstante, también hay presencia cualificada de adversarios, como Pilar Fernández Pardo, número dos, y Pablo González, de cuatro. Con el agujero que tiene el PP en Gijón, no entiendo la adscripción de ambos a la lista regional. En resumen, una candidatura válida para la pelea electoral, como tantas otras que presentó el PP en el pasado.