El Plan de Cercanías Ferroviarias 2017-2025 es la infraestructura de transporte que lidera las sorpresas e incumplimientos del año 2023. Es imposible ganar a la variante de Pajares en retrasos, pero en darnos sustos y en convertir lo firmado en papel mojado nadie iguala al Plan de Cercanías. Como vagones, raíles o estaciones carecen de responsabilidad o culpa alguna, digamos que el Ministerio de Transportes y sus organismos autónomos, Adif y Renfe, acumulan los deméritos.

El estamento político no prestó atención al desarrollo del plan en los años siguientes a su firma. Acostumbrados como están a grandes infraestructuras singulares (autovía del Cantábrico, variante de Pajares, ampliación de El Musel), la mejora y reforma de la red de cercanías parecía algo menor. Hasta después del año 2020 no cobró fuerza el cuestionamiento de un plan que se había quedado en los planos. El 13 de abril del pasado año, desde Ribadesella, la ministra, Raquel Sánchez expuso los recursos que se iban a dedicar a Asturias, entre ellos «los casi 1.000 millones de inversiones contemplados en el Plan de Cercanías». El Gobierno y, en particular, la ministra de Transportes, no se olvidaba de nosotros. Pues bien, en el mismo año 2022 en que Raquel Sánchez enmendaba los retrasos con promesas de inversiones, la ejecución de las partidas presupuestarias demuestra que nos dedican discursos ilusionantes, pero sin gastar lo prometido en esta tierra. Para la mejora de las destartaladas estaciones de tren de la red de cercanías había reservados 7,2 millones, de los que sólo se consumieron 82.000 euros. Para suprimir pasos a nivel, una demanda muy sentida en algunas comarcas por los sucesos luctuosos que originaron, estaban anotados 1,6 millones, de los que sólo se ejecutaron 11.000 euros. Es evidente que con esas cantidades no se hace nada.

El Principado debe alzar la voz ante incumplimientos tan flagrantes. Con el escándalo de los trenes que no cabían por los túneles la confianza en la ministra quedó bajo mínimos. Ahora se añade el desinterés de Transportes por ejecutar las partidas del Plan de Cercanías: el 70% del presupuesto está sin tocar. Las caras largas con que obsequiaron Barbón y Revilla a Raquel Sánchez, cuando se reunieron en Madrid para firmar la ‘Declaración de la Castellana’, deben dar paso a una postura más beligerante por la parte asturiana. Basta de excesos: «Tengo las mismas ganas que los asturianos, o más, de que la variante de Pajares se inaugure». Ya le vale.