Presentación, en Gijón, de los candidatos del PP a las 78 alcaldías. Al acto asistió la plana mayor del partido en Asturias y contó con la participación de Cuca Gamara, secretaria general del PP. Las intervenciones se produjeron en el clima propio de las campañas electorales, con fervor militante, patriotismo de partido y «vamos a ganar». Lo mismo ocurre en los actos del resto de partidos. Cualquier intento de objetividad en la clase política queda aplazado para épocas más tranquilas.

Cuca Gamarra trajo aprendidas unas cuantas cosas de Asturias para insertarlas en su discurso de crítica hacia Pedro Sánchez: «El plan de vías es la gran metáfora de lo que es el sanchismo: ineficacia y parálisis». Los cinco años de gobiernos ‘sanchistas’ no han relanzado el plan de vías, cierto, pero la sociedad Gijón al Norte se constituyó en 2002 para comercializar los terrenos. Desde entonces, nada de nada. Las culpas hay que repartirlas entre Zapatero, Rajoy y Sánchez. Gamarra se preguntó, retóricamente, sobre lo que ocurre con los trenes de cercanías, la variante de Pajares y el Corredor Atlántico. Pues exactamente lo mismo, las culpas deben repartirse entre los tres tenores (Zapatero, Rajoy, Sánchez), aunque la nota más baja, en este caso, es para Rajoy y Sánchez. La dirigente del PP afirmó que cuando su partido gobernó en España se volcó en Asturias. Ningún gobierno tuvo a nuestra región entre sus prioridades. En lo que salimos más favorecidos fue en los flujos de rentas: pensiones, prejubilaciones, planes de la minería, personal de la industria pública. En las infraestructuras, todo fue tarde, mal y nunca. Gamarra desgranó lo ocurrido con la ley del ‘sólo sí es sí’, y en ese asunto tiene toda la razón. Hay muchas cosas que criticar de Pedro Sánchez, y algunas recientes (cambios en el Código Penal), como para tener que hacer una descripción maniquea del trato dado por el Estado a Asturias.

Diego Canga afirmó que Asturias es la segunda región que destruye más empleo y que Barbón sólo podrá ofrecer más de lo mismo. La parte más interesante de la intervención estuvo en la reivindicación de la gestión, como principal valor en política. «Somos el partido de la gestión», «esta sala está llena de ellos (buenos gestores), incluido un servidor». En España el PP tiene fama de buen gestor económico, en Asturias no tuvo la oportunidad de demostrarlo. Siempre ha sido un partido de oposición. Para demostrarlo el camino está trazado: primero se ganan las elecciones y, luego, se gestiona.