Impresionante tractorada por las calles de Oviedo, que recordó la realizada el 29 de diciembre de 2021, con más de cuatrocientos tractores. El pasado 24 de abril, ganaderos y agricultores calentaron motores movilizándose ante la Junta General del Principado, pidiendo a los grupos políticos que suscribieran el contrato rural, un documento de siete puntos que está abierto a aportaciones. El campo está en una situación límite, no en vano, tanto en Asturias como en el resto de España, hay más ocupaciones de calles y carreteras que en cualquier otra época. Existen problemas de orden internacional que afectan al campo, derivados del alza de las materias primas y agudizados con la guerra de Ucrania (el granero de Europa); otros específicos de la nueva Política Agraria Común (PAC), que está diseñada pensando más en el cambio climático y la biodiversidad que en ayudar a las producciones agrarias y ganaderas. Se ofrecen altas subvenciones, pero conllevan más inversiones y menos producción. El ganadero o agricultor se encuentra maniatado y tiene un programa de trabajo impuesto que implica rotar en los cultivos. Especialmente problemática es la figura del ‘agricultor activo’, a la que se puede acoger cualquiera que se beneficie de 5.000 euros con una mínima explotación. Las ayudas se reparten entre mucha gente perjudicando al verdadero agricultor o ganadero profesional. A todo lo anterior se suman los problemas creados desde el Gobierno de España, con unas normas de imposible cumplimiento en las explotaciones que revelan cómo la política agraria está dirigida por burócratas que sólo vieron pastar vacas en la pantalla del ordenador. Especialmente sangrante es el tratamiento del lobo como animal intocable, diseñado por el equipo de la ministra Teresa Ribera.
A los ganaderos y agricultores les irrita que el contrato rural no lo hayan firmado el PSOE, IU y Podemos. Que la izquierda, en su conjunto, dé la espalda al campo asturiano es algo difícil de imaginar. Si a diez días de los comicios no firman el documento, no quiero pensar lo que propondrán cuando vean blindado su escaño por cuatro años. Los que se manifestaron con sus tractores pertenecen a la empresa más antigua de Asturias y de España. Gracias a ellos nuestra región es verde y ganadera. Dieron de comer a todas las generaciones anteriores. Elaboran un producto que se vende en todo el mundo y no se pasa de moda. Puede haber muchos matices, pero hay que tener un mínimo de sensibilidad con un sector tan agobiado.