Mitin de Feijóo en Oviedo, acompañado por Canga y Canteli. El presidente del PP habló con la mirada puesta en las elecciones autonómicas y el argumentario pensado para Pedro Sánchez. No resultó forzado su discurso porque ningún barón socialista tiene, ni por asomo, el protagonismo de Sánchez en la campaña autonómica. Las promesas de los líderes regionales del PSOE quedan oscurecidas por los anuncios del presidente del Gobierno de España, que lleva ya 13.000 millones de euros comprometidos en beneficios para determinados grupos de edad. Lo último es el cine barato de los martes para los mayores de 65 años. Dos euros de cada entrada los pone el Estado. También hizo referencia al regalo que recibirán los menores de 30 años para viajar por Europa en Interrail. El presidente del Gobierno les abarata la factura en un 50%. No habló de las iniciativas más importantes destinadas a pescar votos, empezando por los 4.000 millones del ICO destinados a 43.000 viviendas de alquiler asequible, o las 20.000 viviendas de alquiler social, encargadas a SEPES. Tampoco se refirió al aval de hasta el 20% de la hipoteca para menores de 35 años.
La fórmula se suele repetir: anuncio de fin de semana, aprobación en el Consejo de Ministros del martes. Con razón se preguntó Feijóo, ¿desde cuándo un primer ministro en Occidente puede comprar voluntades en una campaña electoral? Desde que llegó Sánchez al poder. Ya en la precampaña de las elecciones generales del 28 de abril de 2019, María Jesús Montero pidió que estuviéramos muy atentos a los consejos de ministros porque «van a ser viernes muy sociales». Entonces los consejos se celebraban los viernes. El viejo método romano: pan y circo.
Diego Canga dio respuesta al interrogante que le acompañaba desde que volvió a Asturias para encabezar la candidatura del PP: «Me pienso quedar el 29 de mayo, gane o pierda». Era imprescindible dar esa información a los electores. Lo más sensato hubiera sido despejar esa incertidumbre, o rumor, cuando empezó a extenderse. Utilizó el lema electoral de los socialistas – «llegó el momento de Asturias»-, para decir que es la hora del PP: acabar con el declive demográfico, bajar los impuestos, descender el paro, poner fin a los enchufes. Esbozó la estrategia electoral, basada en reclamar el voto útil, dado que otras formaciones del centro-derecha no obtendrán escaños. Según Canga, sólo hay dos opciones: PP o el tripartito de izquierdas. Si convence al electorado de que esa es la disyuntiva gana las elecciones.