Sólo tardó unas horas Sanz Montes en replicar a Adriana Lastra. Una contestación irónica, inteligente, que deja en mal lugar a la delegada del Gobierno. No la nombró en su texto. Prefirió referirse a ella como la ‘seño’ que marca el paso con su ideología. «Atrevida ignorancia que impone temas, censuras, amenazas y agenda». El arzobispo evidenció que no se va a quedar callado ante los ataques del ‘sanchismo’. ¿Qué va a hacer Adriana Lastra? Tal vez vuelva sobre los temas de su primera intervención, tratando de argumentar que las homilías de Sanz Montes son profundamente «despectivas y ultraderechistas». A lo mejor se queda callada y la FSA amplifica su mensaje. De lo que no cabe duda es que la andanada al arzobispo responde a un plan. Pasamos de una delegada del Gobierno, Delia Losa, conciliadora y anodina, a otra muy guerrera que confrontará con la oposición y las instituciones dominadas por la derecha. El cambio de estrategia no es fácil de imponer, porque en nuestra tierra no hay conflictos internos. Quizás por eso Adriana Lastra y su equipo han elegido un tema eterno de la izquierda: la ideología conservadora de la Iglesia católica para amenazar al arzobispo con denunciarle ante el nuncio. A ello se suma la transcendencia del Día de Asturias, en una época en que la izquierda aspira a cambiar el estatus lingüístico de la región con el reconocimiento de tres lenguas oficiales, dos de ellas las hablan cotidianamente (bable y eonaviego) en torno al 1% de los ciudadanos.
Todo lo que acabo de describir se resume en una palabra: ideología. Interesa atacar al arzobispo por ideología para nuclear a un sector de la sociedad en torno al Gobierno. Hemos de ver a Adriana Lastra, en los próximos tiempos, censurando a partidos y organizaciones de la derecha social, para movilizar a la izquierda. Ayer se cumplió un año de las últimas elecciones generales. Los comicios los ganó Feijóo, pero Sánchez se hizo con la mayoría parlamentaria, o casi, y desde entonces el hilo argumental del Gobierno es el ideológico. Adriana Lastra necesita volver a ser un destacado peón de Sánchez, por eso su manera de ejercer como delegada del Gobierno es la bronca con la derecha. ¿Es esa la estrategia que le conviene a Adrián Barbón? Por lo menos, es la que va a ejecutar. Todos los posicionamientos de los socialistas se supeditan al interés del presidente del Gobierno. Bien lo sabe Salvador Illa. El debate político en Asturias va a quedar desdibujado por motivos nacionales. Todos tenemos jefes.