Comenzó en la Audiencia Provincial de Oviedo el juicio contra Francisco Álvarez-Cascos, acusado de un delito continuado de apropiación indebida, por el que se pide para él una pena de tres años y medio de cárcel. La supuesta acción delictiva está relacionada con gastos realizados por el político gijonés cuando estaba al frente de Foro Asturias. El proceso penal arrancó con la querella presentada por la dirección del partido al entender que había causado un perjuicio económico su actuación.
Los gastos indebidos suman un total de 181.648 euros, según la Fiscalía. De esa cantidad, 173.855 corresponden a un contrato de arrendamiento de una sede de Foro en Madrid, propiedad de la sociedad Cinqualium, de la que fue administrador Álvarez-Cascos entre 2007 y 2011. Es decir, el 95% del supuesto gasto indebido se concentra en el pago de ese alquiler. La cuestión a esclarecer es si el inmueble servía de sede de Foro en Madrid o sólo era una disculpa para desviar fondos a Cinqualium.
Cascos declaró que era la sede de Foro en la capital de España. Martínez Oblanca, exsenador de Foro y, posteriormente, miembro del Congreso de los Diputados, manifestó, hace ya más de cuatro años, que había usado esa sede. En la dirección de Foro niegan haber tenido conocimiento alguno sobre la existencia de tal sede. A preguntas de la Fiscalía y la acusación particular, Cascos afirmó que tener una sede en Madrid daba prestigio al partido. Por la cuantía del dinero, el resto de gastos son una nimiedad al lado del arriendo del inmueble.
Dejando a un lado esta cuestión, quedan 7.793 euros por aclarar. La cantidad está repartida entre una heterogénea lista de consumos que van desde un vídeo a unos zapatos (Cascos dijo que se había sido un regalo a un dirigente del partido), pasando por pizzas a domicilio, espectáculos deportivos, exposiciones culturales, viajes semanales a Madrid, comidas en restaurantes y estancias en hoteles. Unos los justificó con la etiqueta de «gastos de representación», de otros dijo que había sido un error fortuito al contabilizarlos, rechazó haber hecho varios de los que se le adjudican y negó la autoría de alguna firma. El expresidente de Foro recalcó que el Tribunal de Cuentas no hizo salvedades al inspeccionar los gastos. Me temo que nos esperan más raciones de vídeos y zapatos, pero todavía no sabemos cómo se tomaban las decisiones en Foro. ¿En la gestión había responsabilidades individuales? ¿Eran un conjunto de menores de edad que ni sabían ni avalaban ni rechazaban? ¿Imperaba el consenso del silencio?