Las instituciones tienen inercias difíciles de cambiar. En la Junta General del Principado la producción legislativa es escasa. Los gobiernos tienen un papel fundamental en las iniciativas legislativas, por la función que realizan y por ser el fruto de una mayoría parlamentaria que se refleja en la Mesa del Parlamento. En lo que va de legislatura (a punto de llegar al ecuador) se han aprobado diez leyes y otras cuarenta están en gestación. Las cifras no indican exactamente la realidad. De esas diez leyes hay cuatro que son modificaciones de normas ya aprobadas en otras legislaturas o se refieren a asuntos concretos que forman parte de una realidad más amplia. Por ejemplo: La Ley del Colegio de Logopedas. De las seis restantes, dos son las leyes de presupuestos. Por último, queda la Ley de Impulso Demográfico (tramitada en la anterior legislatura) y las leyes de Les Escuelines, de Proyectos Estratégicos y de Ciencia. Dejando a un lado los presupuestos, de importancia real para la sociedad, son sólo las dos últimas y la norma de Impulso Demográfico.

De los cuarenta proyectos de ley que se preparan, dieciocho proceden de los años 2019-2023. Es probable que la mayoría de ellos no lleguen nunca al BOPA. Al ritmo actual se necesitarían seis años para aprobar los proyectos y solo quedan dos.

No todas las consejerías son igual de diligentes en la creación de normas. La Consejería de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos y la Consejería de Cultura, Política Lingüística y Deporte son las que acumulan más borradores sin pasar a limpio. La primera tiene todavía en el taller la Ley de Ordenación Integral del Territorio (Loita), iniciada por Alejandro Calvo tras desechar el proyecto del área metropolitana porque entendía que era un ‘club de ayuntamientos’. De todos los consejeros que se ocuparon de la cuestión del territorio, no hubo nadie tan refractario al área metropolitana como Calvo. Pensaba que era una afrenta al medio rural. Pronostico que no se va aprobar la Loita en este mandato ni en los venideros. También está pendiente la Ley de Vivienda. Un tema de rabiosa actualidad. En la Consejería de Cultura están pendientes la Ley del Museo de Bellas Artes y la Ley de los Museos de Asturias. Dejando al margen las opiniones de los técnicos que asesoran a la consejera, creo que sería más sensato hacer una sola ley para los museos. Igual que sobra una ley para el colegio de logopedas y basta una norma sobre colegios profesionales. Seguimos en manos de la burocracia.