El Consejo de Gobierno aprobó la nueva organización de la Sanidad que se implantará el próximo mes. El principal cambio es la conversión de un mapa sanitario de ocho áreas a uno de tres. Como la geografía de nuestra región, la distribución de la población en el territorio y los equipamientos sanitarios son bien conocidos, no hay muchas formas de hacer una reducción significativa de áreas sin perder eficacia. El mapa sanitario parte de la realidad de las alas de la región, conectando el oriente con el Hospital de Cabueñes (Gijón) y el centro y suroccidente con el HUCA (Oviedo); el occidente costero y otros municipios limítrofes con Galicia estarán coordinados con el Hospital de San Agustín (Avilés).
Lo más sorprendente es el tiempo que se tardó en tomar una decisión que no tiene alternativas. Hace diez años ya se decía que el mapa actual estaba obsoleto por la gran transformación de las infraestructuras viarias. No hace falta tener hospitales medianos ejerciendo de cabecera de área, cuando esa labor se puede hacer desde los tres grandes hospitales del centro de la región. La decisión ya estaba tomada en la anterior legislatura, pero, como siempre, se dejó correr el tiempo. Por detrás de la actividad asistencial está la sanidad burocrática, que es tan obstruccionista y lenta como la de las consejerías especializadas en producir textos. Recuerdo que cuando se empezaba a hablar de reducir áreas se ponía siempre como ejemplo de beneficio la reducción del staff directivo.
La descripción de la nueva estructura directiva realizada por la consejera de Salud, Concepción Saavedra, está impregnada de la semántica de los nuevos tiempos. El término ‘cuidados’, nacido de la sociología y la política, está en el frontispicio de la reforma: Dirección de Atención, Evaluación y Cuidado de la Salud. Al parecer, de esta dirección general obtendrán un especial beneficio los enfermos crónicos, algo que no se desprende de la lectura del título. De la dirección general cuelgan cuatro subdirecciones, donde también hay ‘cuidados’: subdirección de Atención Primaria, Atención Hospitalaria, Cuidados y Coordinación Socio-Sanitaria. La consejera destacó que la Atención Primaria tenga estructura propia, independiente de la Atención Hospitalaria. Es lógico.
Saavedra resumió la tarea realizada diciendo que «no es un mero cambio de nombres y rayas en el mapa». Señaló que era la mayor reforma administrativa hasta la fecha. La calificó de «valiente y necesaria». ¿Valiente?