Después del rechazo a las enmiendas a la totalidad del proyecto de presupuestos para 2026, presentadas por PP, Vox y Foro, cuando nada podía impedir la aprobación de los presupuestos, ocurrió un imprevisto que casi deja a las instituciones asturianas sin nuevas cuentas regionales. La sorpresa llegó de la mano de Xabel Vegas, portavoz parlamentario de IU-Convocatoria por Asturias y miembro de la Comisión de Hacienda. En la reunión de la comisión Vegas no compareció registrándose un empate entre izquierda y derecha sobre el dictamen de los presupuestos que debía elevarse al pleno de la Junta General del Principado. Tres reuniones tuvieron los diputados, con sus correspondientes recesos, y Vegas siguió ausente. Tres reuniones y tres votaciones con resultado de empate, lo que reglamento en mano significa rechazo del proyecto presupuestario. En la tercera votación no sólo estuvo ausente Vegas, sino que tampoco hizo acto de presencia otra diputada de IU-Convocatoria. También faltaron a la tercera votación dos diputados socialistas. Una situación extraordinaria que dio paso a una reunión de los letrados de la Cámara para solucionarla. No sé cómo se puede recomponer semejante cuadro.

Vegas pretextó que la convocatoria la hicieron dando poco margen de tiempo y «no me dio tiempo a llegar». Igual fue muy precipitada la convocatoria, pero no lo creo porque todos los miembros de la Comisión de Hacienda estaban presentes cuando se celebró la primera votación. Comprendo que dejar a las instituciones y a los ciudadanos sin presupuesto por un incidente tan absurdo es dañar los intereses generales, pero las normas se deben cumplir, máxime tratándose de la Junta General del Principado a la que todos debemos respetar, empezando por los diputados que la integran. Vegas debería disculparse formalmente ante el pleno de la Junta General del Principado por provocar una situación que degrada a la Cámara.

A la tarde, la Junta de Portavoces deliberó sobre la situación creada y de allí salió un nuevo calendario que traslada el pleno parlamentario de aprobación de los presupuestos al 31 de diciembre. Siempre cabe un recurso administrativo sobre la decisión tomada, como paso previo a la vía contenciosa. Conociendo el tiempo que se tarda en dictar una sentencia en la vía contenciosa-administrativa (más de un año), nunca tendría efectos prácticos porque dejar sin validez un presupuesto después de que se haya gastado es un triunfo moral para los demandantes que no tiene transcendencia.