Los presupuestos del Principado para 2025 contienen, entre otros datos, la disminución de la deuda pública en 147 millones, situándose el endeudamiento en el 13,6% del PIB regional (la media de las regiones es de 21,3%). Sólo las comunidades de Madrid, País Vasco, Navarra y Canarias tienen una ratio de deuda más baja. Soy consciente de que los presupuestos se juzgan por el volumen de gasto en los servicios públicos (sanidad, educación, servicios sociales), la cuantía de la inversión productiva o la presión fiscal, pero el dato de la deuda es clave, aunque la frivolidad del estamento político hace que se minusvalore.
Precisamente, el aumento de la deuda constituye la sombra más preocupante sobre el actual crecimiento de la economía española. Hace unos días, conocíamos el nuevo récord de la deuda estatal: en el tercer trimestre de 2024 fue de 1,63 billones. 10.053 millones más que el trimestre anterior. La deuda aumenta a una velocidad de 111,7 millones al día. A la luz de esos datos, cabe distinguir entre la gestión del Gobierno central y la del Principado sobre sus respectivas deudas. Estamos en el lado bueno de la curva: cae la deuda asturiana en términos absolutos y en relación al PIB. Para toda la gente que desdeña cualquier información sobre la deuda, el PIB o el déficit (Estado, comunidades autónomas, Seguridad Social, etc.) y dice que solo importan los vaivenes de la economía familiar, debe insistirse en que sólo un cuadro macroeconómico saneado garantiza el crecimiento del empleo y las rentas de las familias a medio y largo plazo. Todo lo demás es, en el mejor de los casos, pan para hoy y hambre para mañana.
La deuda autonómica está llamada a ser una de las grandes protagonistas de este trimestre, ya que el Gobierno se comprometió a convocar al Consejo de Política Fiscal y Financiera para negociar una condonación de deuda de todas las comunidades, a semejanza de los 14.666 millones perdonados a Cataluña, tras el acuerdo entre el Gobierno y ERC. En este asunto hay que andar con mucho cuidado porque hay diversas soluciones falsas que constituyen un agravio para los territorios que tienen una economía saneada. A Cataluña le van a quitar el 20% de su deuda (de ahí salen los 14.666 millones). Si a Asturias se le condona el 20% de la deuda, resulta que nos quitan 171 millones: 85 veces menos que a Cataluña. Es decir, con una población ocho veces mayor, reciben 85 veces más de dinero. Un fraude mayúsculo. Hay que introducir la variable población para que el trato sea justo.