El organigrama del Principado para esta legislatura se completa con una dirección general para desarrollo autonómico, que estaría enfocada a negociar con el Gobierno central las competencias pendientes y las que pudieran quedar recogidas en la reforma del Estatuto de Autonomía.
Los organigramas de la Administración nacen para facilitar la acción del gobierno, y si el presidente del Principado se encuentra más cómodo contando con determinadas consejerías y direcciones generales, pues hace bien en crearlas y dotarlas. Son un mero instrumento de gobierno. La Administración del Principado dista mucho de caer en el gigantismo, así que la crítica sobre el despilfarro de recursos puede entenderse como un desahogo humano, pero para ser rigurosos habría que señalar mucho antes con el dedo a otras comunidades autónomas. La discusión puede entablarse sobre la eficacia de determinadas estructuras burocráticas, aunque es una batalla que está de antemano perdida, ya que, año tras año, en Asturias, España y Europa, la burocracia crece en medios humanos y materiales, de modo que es ya un poder autónomo, que se retroalimenta con independencia de la voluntad de los gobiernos. Aún con todo, el asunto merece un par de consideraciones.
Hay una costumbre que consiste en responder con una estructura administrativa a la constatación social de un problema. Verbigracia: cuando la gente accedía sin excesivos problemas a la vivienda, bien en régimen de alquiler o por compra-venta (años ochenta del pasado siglo), no había un ministerio específico, pero cuando la Administración y el mercado no dan satisfacción al ansia de la gente de tener casa se crea el Ministerio de la Vivienda. La burocracia como placebo. Se gasta dinero, las cosas quedan como estaban y todos tan contentos. A ese vicio general se suma en Asturias un problema particular derivado de la dinámica de los gobiernos de Álvarez Areces, donde todas las soluciones se dan desde la Presidencia del Gobierno. Las grandes competencias autonómicas (salud y educación) fueron negociadas directamente por Areces, así que la nueva dirección general será como mucho una oficina de apoyo, una forma de decir que estamos interesados en elevar el autogobierno.