Maite Iraola, madre de Leire Pajín, forma parte de la docena de concejales socialistas de Benidorm que han dejado la militancia del partido para integrarse en el grupo municipal de ‘concejales no adscritos’, que es un grupo que une a los que renuncian a tener una militancia o ideología explícita. La docena de ex socialistas, unidos al edil tránsfuga del PP, José Bañuls, presentaron una moción de censura contra el alcalde de Benidorm y van a hacerse con el poder. Los dirigentes del PSOE han advertido a la docena de ex militantes que nunca volverán a estar en las listas de su partido, porque vulneraron el principio de no aliarse con un tránsfuga.
Benidorm es un ayuntamiento importante, la ciudad europea con una industria turística más potente, que tiene la particularidad de concentrar en un uno por ciento del territorio de Alicante, el 45% del turismo de la provincia. Los que critican los excesos del desarrollo urbano de Benidorm no tienen en cuenta que hace las veces de un ‘punto limpio’, de modo que la densidad de hormigón y turistas por metro cuadrado ayuda a dejar otras zonas de la provincia algo más desahogadas. No hablemos de su aportación al empleo, en general, y al empleo femenino, en particular. Pese a todo ello, la moción de los ex concejales socialistas no se haría un hueco en la política nacional si entre ese grupo de díscolos o ambiciosos no estuviera la madre de la secretaria de organización del PSOE. Leire Pajín ocupa el mismo puesto que un día estuvo en manos de Alfonso Guerra. Se dirá que hay mucha diferencia entre ellos, que no responden al mismo perfil, pero también la hay entre el secretario general de entonces, Felipe González, y el de ahora, Rodríguez Zapatero. A Leire Pajín le ha surgido un problema con su madre, porque aunque estén en orden los afectos, no es muy lucido que dentro del núcleo familiar florezca la heterodoxia. Seguro que dentro del PSOE, más de uno se regocijará con la noticia. Blanco y en botella.
A escala nacional, Maite Iraola es una anécdota vestida de categoría, como el puño en alto de Rodiezmo es una pose disfrazada de socialdemocracia. No hace falta ser muy sesudo para comprender que Leire, Maite, Bañuls y el resto de personajes cuyo nombre ignoro, están para distender un ambiente cargado por la recesión y el déficit, la gripe de los empleados y la pulmonía de los parados.