Adrián Barbón encara la última semana con ventaja demoscópica. Sólo teme la desmovilización de su electorado al verlo ganador. Opta para combatir el exceso de confianza metiendo miedo con el espantajo del Gobierno, PP-Vox, una coalición mucho más improbable que la suya con otros partidos de la izquierda. El plato fuerte socialista se servirá el miércoles, en Gijón, cuando se celebre el mitin central de campaña, con la presencia de Pedro Sánchez. ¿Hará algún anuncio el presidente del Gobierno? Me malicio pensando que nos dé la primicia de sacar al lobo del listado de especies protegidas.
El PP se dedicará con más intensidad en la zona central, donde están en juego 34 escaños. Los argumentos principales de la campaña de Diego Canga están en las propuestas contra el declive demográfico, los fondos europeos o el empleo. No obstante, imagino que esta semana insistirá en la cuestión del voto útil. A Barbón le preocupa la desmovilización del electorado y a Canga la dispersión del voto de la derecha. Es una cuestión de lógica, la izquierda tiene tres candidaturas y la derecha cuatro. Cualquier jefe de campaña hubiera enfocado el discurso electoral en esa dirección desde el primer día. Una cosa es que la derecha reciba menos votos y otra que disperse los sufragios.
La candidata de Podemos, Covadonga Tomé, está en una situación muy especial, desconectada del aparato. Sin dinero y medios materiales, sólo queda ir picando puerta a puerta. Eso va a hacer Covadonga Tomé por centros de trabajo, entre ellos, un encuentro con trabajadores de Arcelor. Por cierto, ayer me mandó un amigo una foto del acto central de Podemos del fin de semana, en el que me pareció ver al dirigente de Castilla y León, Pablo Fernández, acompañado del aparato. Conté 39 personas, aunque podría haber alguna más.
IU-Convocatoria por Asturias va a centrar el trabajo de la semana en la zona central. Ovidio Zapico estuvo el otro día en Avilés y volverá otras dos veces. IU comparte candidatura con Cambia Avilés. El jueves vi fotos de Sara Retuerto (Cambia Avilés) y Zapico compartiendo farola. Zapico no le tiene miedo a un gobierno de derechas, porque lo juzga imposible, pero pide para Asturias un gobierno como el de Madrid.
La baza de Adrián Pumares (Foro) es la de colocarse a rebufo de la candidatura de Carmen Moriyón en Gijón. Puro realismo. Carolina López (Vox) va hacia arriba. Cogió la bandera que despreció toda la oposición: el rechazo a la oficialidad del bable y el eonaviego. Ese caladero de votos es para Vox. A ello suma la defensa del medio rural. Una oferta nítida.