Podemos se encuentra en un proceso de deterioro que está en vías de llevarlo a la irrelevancia. Las convocatorias electorales a las que concurre se cuentan por derrotas abultadas. En muchas cámaras autonómicas carecen de representación (Valencia, Madrid, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Galicia). La pérdida de votos y la ausencia de diputados en los parlamentos ha provocado un debilitamiento de la estructura del partido. Quedan pocos militantes y están mal avenidos. Cuando los partidos se deshilachan dedican todas sus energías a las batallas internas; a los ajustes de cuentas.

Los podemitas asturianos tienen elecciones primarias para elegir a la dirección del partido, dentro de un proceso general que abarca a la mayoría de las organizaciones regionales. También habrá primarias para formar las candidaturas a las elecciones gallegas y a las europeas de junio. En el caso de Asturias hay más aspirantes que nunca para liderar el partido. Si se tienen en cuenta los resultados de los comicios autonómicos y municipales, la renovación debería ser radical, ya que han sido pésimos. De las filas oficialistas han surgido varios candidatos para el puesto de coordinador general, que es tanto como decir que el bloque oficialista está roto. Buena parte de los dirigentes del sector crítico están expulsados o en vías de expulsión. ¿Se puede remontar electoralmente con el partido en ruinas?

A la vera del partido morado, IU tiene otras perspectivas. Hasta la pasada primavera, en Asturias Podemos duplicaba en escaños a IU y ahora es la misma IU quien triplica en diputados al partido morado. Las expectativas son tan positivas, que la organización madrileña ya plantea ir a los comicios europeos con candidatura propia. Ni con Podemos ni con Sumar. Al margen de la decisión final que tomen, la posición de la organización de Madrid es indicativa de lo capaces que se sienten para hacerse con el voto a la izquierda del PSOE.

La estrategia de Pablo Iglesias es clara: guerra sin cuartel a Sumar. En medio de esta disputa entre partidos, que hasta el otro día iban juntos bajo las siglas de Unidas Podemos, lo único cierto es que el gran beneficiado será el PSOE. En unas elecciones tan distintas como son las europeas, donde hay una sola circunscripción electoral, puede el nombre de los políticos más famosos de Podemos tirar por la candidatura, pero en las comunidades y ayuntamientos mucho tienen que cambiar de nombres, formas y contenidos para merecer una segunda oportunidad.