Las prisas no son buenas compañeras de los viajes diarios. Con frecuencia, llevados del impulso solemos precipitar nuestras reacciones y si bien es cierto que no siempre erramos, pues nuestra intuición nos sirve a veces, a menudo la impaciencia nos traiciona y nos arrepentimos cuando ya hemos hablado o puesto por escrito las palabras ya […]