Era una charla en los Apartamentos Gijon, ese regalo maravilloso que el gobierno de Asturias, a través del ERA, construyó en 1994, que originalmente planeado para los Niños de la Guerra que, enviados por sus padres en 1936 para evitarles el sufrimiento de la Guerra en España fueron enviados, protegidos, educados en la URSS donde les cayó la II Guerra Mundial, querían regresar a su Asturias natal.
Para poder hablar en su idioma se les buscó unos apartamentos ,80, donde en el blog 2, terminarían en paz sus vidas, llenos de hijos y nietos, y hasta un canal de televisión en ruso tuvieron.El resto fueron ocupados por asturianas o asturianas que lo necesitaban.Entre ellos estuvo, el que consideró el más notable de todos, Horacio Fernández Inguanzo en el bloque 3- 3G, justamente enfrente del nieto de Belarmino
Rusos, ucranianos, armenios, argentinos, cubanos, venezolanos, mexicanos y asturianos hemos encontrado un refugio digno, hermoso en esta tierra de nuestros viejos: Asturias.
Daniel es armenio, oriundo, como Margarita su esposa, del primer país cristiano del mundo, donde en 306, se instaura el Cristianismo. No cualquier persona, Era ingeniero en la planta de Chernobyl, Rafael es mexicano, un modesto luchador social. Ambos de 82 años, curtidos y viajados por muchos paises de varios continente.
Y en la plática, surgió, la apreciación de los dos, de la ciudad de Gijón. Una ciudad de apenas 200,000 habitantes(¿para que más?), rodeado de verdes a la orilla del Mar Cantábrico.
Su microclima, y localización, hacen que en Gijón, no haya temblores, ni huracanes, ni fríos ni calientes extremos, y su temperatura, se aprecia más cuando se vienen de otros lugares que cuando uno nace aquí.
Este ” Gijón del alma”, compartían un armenio y un mexicano,es uno de los mejores lugares de la tierra para vivir..
Así, como suena.