” A mi no me chantajea nadie”, gritó al subirse en su auto Georgia.Bajita, pero con autoridad ,así respondía ante la prensa el desaire públicos de Silvio Berlusconi. Tan desacertado fue Il Cavaliere a sus 85 años, que fueron sus propios hijos los que le hicieron cambiar.
Hoy, se presentó en las oficina de Georgia a disculparse. Al final acordaron que Salvino y Tajani fueran los vicepresidentes y tener un gobierno que presentar a Massarella , el sólido y respetado presidente de Italia.
La fuerza y el carisma que le falta a Liz Truss y que saldrá pronto, lo tiene de sobre esa Georgia , formada por Almirante dentro del fascismo.