Cuando en febrero de 1919 se celebró el congreso del Sindicato MInero, el ambiente se había enrarecido por las repercusiones de la huelga,la crisis del carbón tras el final de la Primera Guerra Mundial y el surgimiento de movimientos de signos socialista, anarquistas y católicos.Ante este situación Llaneza opta por poner al más duro del sindicato. Belarmino Tomás resultaría elegido y ocuparía el cargo dos años. Durante su mandato el SOMA lograría en octubre de 1919 una de las grandes conquistas sociales de su historia: la jornada de siete horas para quienes trabajaban en el interior de los pozos. Llaneza proclamó: ” La conquista de siete horas desde el primero de enero próximo, significa el triunfo más grande alcanzado por el obrero minero, no sólo en Asturias, ni de España, sino del mundo entero”
Cuatro años después de haber conquistado a Severina Belarmino dirige el SOMA en su momento estelar.Su madurez, su experiencia, sus conocimientos y su capacidad como dirigente estaban cuajando.
El nacimiento en Teruel de su única hija, Pura, habia sido un acicate para él. Al regresar a Asturias, la cata de Gargantada resultaba demasiado pequeña. La familia se trasladó a vivir en la Casa del Pueblo, de Sama de Langreo, frente al parque El Dorado, construido en terrenos que años atrás había permutado con la poderosa familia propietaria del Banco Herrero..En aquel parque jugarían su hija Pura, con Urcesino y Agripino..En Sama los hijos de Belarmino iniciarían sus estudios que los trágicos acontecimientos posteriores los obligarían a suspender.Las Casas del Pueblo socialistas habían surgido en toda España como puntos de reunión, hogar de los dirigentes que lo necesitaban, bibliotecas, salas de juntas y festejos.
En ese ambiente ” el guaje” dirigía su familia como un lider en un apartamento quizás menor al de los 60 metros en que vivirían en la calle de López en 1940.Allí aprenderían sus hijos una lucha política que continuaría exilio, tras exilio.Asentado en Langreo, con 28 años, Belarmino se dedicaba a la organización de los mineros, en Sama, La Felguera, Laviana, San Martín del Rey Aurelio, en todos los pozos mineros, aquellos que se habían convertido en lo más sobresaliente del paisaje.
El poder vigilaba desde la capital, Oviedo. Expuesta a la vista de toda España por Leopoldo Alas,”Clarín” a través de su novela ” La Regenta” radiografía de la vida silenciosa, serena, de doble moral, bajo el manto de la Iglesia Católica que tanto disgustó a las fuerzas vivas de aquella ciudad, en el siglo XIX.Oviedo ciudad conservadora, aislada administrativa y comercialmente, que tanto tendría que ver con la lucha de los mineros. Belarmino siempre la tuvo en su memoria.
Y en ese marco, tras el término de la primera Guerra Mundial, irrumpió en 1929, la Gran Depresión, que afectaría a todos los habitantes del mundo y causaría miseria sin fin pero alumbrará cambios.
(Autor. Por supuesto estamos sintetizando las partes más importantes del libro que permitan el recorrido de la Generación Olvidada y de uno más de los sin nada)