A su llegada a México, gracias al asilo de Lázaro Cárdenas, Belarmino, Rafael , Pura, sus hijos Rafael y Carlos y Urcesino y Agripino, vivían en un departamento no mayor al de la Casa del Pueblo en Sama.En el departamento 2, del 92 de la calle de López, en un apartamento de 60 metros cuadrados, vivían en un cuarto pequeño Belarmino y Severina.; pequeño baño de por medio, se llegaba a la segunda habitación, donde vivíamos Rafael, Pura, Carlos mi hermano y yo..A la entrada a la izquierda un corredor de 6 metros que daba el fondo con una pequeña cocina y a mano derecha en el salón dormían Urcesino y Agripino.
Para vivir Belarmino vendió alpargatas en la Empresa Donay, S.A.
Yo viví esos 10 años, y el ambiente familiar era modesto y de trabajo.
Un día a los 5 años acompañé a Belarmino a vender en el coche ford ingles con el nombre de la fábrica para que hiciera su trabajo,cuando entramos en una Zapatería en la acalle de Artículo 123. El dueño un exiliado económico, al ver su trabajo, le dice: ” Usted es de los nuevos que llegaron. Que gusto conocer a un hombre trabajador como usted, porque aquí ha llegado cada uno.¡¡ Bueno hay un tal Belarmino Tomás, que se robó todo el dinero de Asturias!!”.
Belarmino trabajador desde los 8 años, que nunca tuvo más que la casita echa por él y Severina en Gargantada al casarse, se le quedó mirando a aquel hombre: ¡Yo soy Belarmino Tomás!.
Recuerdo que cuando recogía sus cosas, alguna lágrima le vi a asomar, lo que nunca.Se habia enfrentado a Franco en 1917, en 1934 en 1936 y 1937, pero lo que no podía hacer nada era con la insidia.
Vocal de la Internacional Minera, y financiado por ellos recorrió 12 paises de América Latina, hablando con dirigentes y transmitiendo la experiencia del socialismo y el sindicalismo español..
Un 14 de septiembre de 1950, a los 58 años de edad, allí tan lejos de su Asturias, un infarto cortó su vida, con sus pulmones llenos de grisú..
Tuvo 3 hijos,, 7 nietos, 12 bisnietos y 2 tataranietos.
Ese fue orgullosamente, mi “güelu” como lo llamaban ante nosotros Severina, se esposa de toda la vida.
Gracias a la familia, por cierto no de Rafael Fernández Álvarez, sus restos fueron llevados por estas manos, cruzando al charco, donde abrazadas sus cenizas con las de Severina, permanecen en el olvido en su Asturias, así como todos los miembros del Consejo y la generación olvidada que la Transición Gatopardista ha sepultado en el olvido y que hasta un Fernández Villa, ha borrado de la historia, como Stalin hizo lo mismo con Trotsky.
¿Algún signo de que esta historia existió, o estos días el nieto mayor se le ocurrió crear esta historia.?
¡¡¡¡PUEBLO QUE OLVIDA SU HISTORIA, ESTÁ CONDENADO A REPETIRLA !!!
Gracias.